La diferencia entre la amortización contable y financiera radica en que la contable se refiere a la distribución del valor del bien a lo largo de su vida útil para representar su desgaste en el balance de la empresa. En contraste, la financiera se enfoca en el flujo de efectivo generado por el bien a lo largo de su vida útil para determinar su rentabilidad.
La amortización es un proceso mediante el cual las empresas distribuyen el costo de sus activos fijos a lo largo de su vida útil. Esto es importante para poder representar adecuadamente su desgaste en los balances contables y financieros. Con todo, existen dos tipos de amortización: la contable y la financiera.
La amortización contable se enfoca en la distribución del valor del bien a lo largo de su vida útil para reflejar su depreciación en los registros contables de la empresa. Mientras que, la amortización financiera se enfoca en el flujo de efectivo generado por el bien a lo largo de su vida útil para determinar si ha sido rentable para la empresa.
Un ejemplo práctico puede ser una máquina utilizada por una fábrica. La empresa puede decidir distribuir los costos (amortizarlos) a través de un periodo determinado (por ejemplo, 5 años). Así, cada año se llevaría una parte proporcional del costo total que sería considerada como gasto. En términos financieros, esta máquina también puede generar flujos positivos durante este periodo gracias al aumento en producción y beneficios obtenidos.
En resumen, es importante tener claro que mientras que la amortización contable se centra principalmente en fines contables y fiscales, y ayuda a controlar mejor los gastos y los beneficios por periodo,La amortización financiera permite calcular si realmente un bien ha sido rentable o no para nuestra empresa ya que nos muestra como han evolucionado nuestros beneficios gracias al uso de esa inversión realizada.
¿Cuál es la diferencia entre amortización contable y financiera?
La diferencia entre la amortización contable y financiera radica principalmente en el aspecto fiscal.
La amortización contable se refiere a la reducción del valor de un activo a lo largo del tiempo debido al uso, obsolescencia u otros factores relacionados con su desgaste. Esta reducción del valor se refleja en los estados financieros de la empresa. La vida útil esperada de un activo se utiliza para determinar el período de la amortización contable.
Por otro lado, la amortización financiera es una forma de pagar una obligación, como un préstamo o una hipoteca. En esta modalidad, el pago incluye tanto los intereses como una parte del capital prestado. El monto total de la obligación se reduce con cada pago realizado hasta que eventualmente se paga por completo.
Como resumen. En contraste, la amortización contable afecta únicamente a los estados financieros de la empresa, la amortización financiera afecta directamente a las finanzas y a las obligaciones fiscales. Y ahora te presentamos algunas diferencias adicionales entre ambos tipos de amortización:
Diferencias entre Amortización Contable y Financiera:
Amortización Contable:
- Refleja el desgaste real y esperado del activo.
- Reduce el valor contable del activo.
- Se reconoce como gasto en el estado financiero.
- No tiene relación directa con las obligaciones financieras.
Amortización Financiera:
- Es parte del pago regular de una obligación.
- Reduce el saldo pendiente en cada pago realizado.
- La tasa de interés puede afectar significativamente su costo total.
- Está relacionada directamente con las obligaciones financieras.
Es decir, aunque ambos conceptos puedan parecer similares en términos de reducción de valor, la diferencia principal radica en su impacto fiscal y financiero. Por tanto, es importante que los empresarios y emprendedores comprendan bien estos conceptos para tomar decisiones acertadas y planificar correctamente sus obligaciones fiscales.
Un ejemplo práctico de amortización contable y financiera
Imaginemos que una empresa adquiere un equipo por valor de 10.000€. La empresa desea amortizar el equipo en un período de cinco años utilizando el método lineal.
La amortización contable sería calcular la depreciación del equipo cada año y reflejarlo en la cuenta de resultados durante los cinco años. En este caso, el gasto anual por concepto de amortización sería de 2.000€ (10.000€ dividido entre cinco años).
Por otro lado, la amortización financiera es el reparto del coste del activo a lo largo del tiempo a través de pagos periódicos. Las cuotas se forman teniendo en cuenta la duración, el interés y el tipo de pago elegido por la empresa.
Supongamos que se ha decidido establecer un plazo de cinco años para los pagos realizados a través de cuotas anuales y utilizar una tasa de interés del 8%.
La tabla siguiente muestra los cálculos correspondientes al ejemplo práctico anterior:
| Año | Coste | Depreciación | Valor neto contable al final del año anterior | Intereses (8%) | Cuota anual | Amortización acumulada |
| — | — | — | — | — |— | — |
| 1 | 10.000€|2.000€ |8.000€ |- |- |/ |
| 2 | |- |- |- |- |/ |
| 3 | |- |- |- |- |/ |
| 4 | |- |- |- |- |/ |
|5 | |- |- |- |- |/ |
Como podemos ver en la tabla, el primer año se ha contabilizado como una reducción del valor del equipo en un 20% (2.000€), destruyendo así su valor contable.
En cuanto a la amortización financiera, se comienza calculando el interés correspondiente al primer año que es igual a cero. Por tanto, la cuota anual durante los próximos cinco años será de 2.750€ aproximadamente, considerando el interés y las condiciones establecidas.
Al finalizar el quinto año, habremos recuperado todo el valor del equipo y este dejará de aparecer en nuestra cuenta.
Este ejemplo práctico nos muestra que aunque estos dos métodos pueden parecer similares en concepto, son distintos en cuanto a cómo aparecen reflejados en las cuentas de la empresa. Ambos son muy útiles y necesarios para poder llevar una buena gestión financiera y contable dentro de cualquier organización empresarial.