Activo tóxico se refiere a un activo financiero que tiene un valor negativo para el inversor, es decir, una inversión que perjudica su patrimonio. Esto puede deberse a que el precio del activo ha caído drásticamente debido a factores externos, o bien porque el activo mismo es inherentemente inestable.
Los activos tóxicos son un tema de preocupación para todos los inversores. Esto se debe a que suponen una amenaza para el patrimonio de los mismos. La razón es que constituyen un tipo de inversión con resultados negativos. Un activo tóxico se caracteriza por su precio bajísimo o por ser inherentemente volátil.
En este artículo exploraremos en profundidad este tema, explicando qué son los activos tóxicos, sus efectos en la empresa, su origen y algunos ejemplos.
Tipos de activo tóxico
Los activos tóxicos son una preocupación para los inversores. Estos activos representan un riesgo financiero porque su valor puede disminuir de forma significativa, dando lugar a pérdidas importantes para los inversores. Existen varios tipos de activos tóxicos, cada uno con sus propias características y riesgos. Seguidamente se explican algunas de estas categorías:
- Activos hipotecarios subprime. Esta es la categoría más conocida de activo tóxico. Se refiere a préstamos hipotecarios otorgados a los consumidores que no cumplen con los estándares bancarios para recibir un préstamo tradicionalmente. Los prestamistas brindan intereses más bajos para atraer a clientes potenciales y, como resultado, no obtienen el mismo nivel de garantía de reembolso que un préstamo tradicional.
- Bonos basura. Esta categoría se refiere a bonos emitidos por compañías que tienen problemas financieros o que simplemente no generan suficientes ingresos para satisfacer sus obligaciones financieras. Dado que estas empresas enfrentan problemas financieros graves, hay mucho riesgo involucrado en la inversión en bonos basura. Si la compañía quiebra, los bonistas recibirán menor cantidad del capital invertido (si es que reciben algo).
- Producto derivado. Un producto derivado es un instrumento financiero cuyo valor se deriva del precio de otro activo subyacente (por ejemplo, acciones u obligaciones). Esta categoría incluye contratos sobre futuros, opciones y otros productos similares que son altamente volátiles y exponen a los inversores a grandes pérdidas si el precio del activo subyacente cambia bruscamente durante el período de inversión.
- Valores respaldados por activos. Esta categoría incluye valores respaldados por bienes raíces, comercio electrónico o crédito al consumidor (prestamista).
Efectos de los activos tóxicos en la empresa
Los activos tóxicos son una amenaza para la salud de las empresas. Estas entidades se enfrentan a riesgos financieros significativos si no se controlan adecuadamente. Los activos tóxicos pueden ser producto de prácticas financieras inadecuadas o fraudulentas, resultado de un mal control de los riesgos o simplemente una mala administración de los recursos financieros. Los efectos que esto puede tener sobre la empresa son:
- Disminución del valor neto. El principal efecto es el descenso del valor neto, ya que los activos tóxicos reducen el patrimonio y afectan negativamente el rendimiento financiero.
- Reduce la confianza del mercado. La presencia de activos tóxicos en la cartera genera desconfianza en los inversores y dañará la reputación de la empresa, lo que hará más difícil obtener financiamiento adicional.
- Aumentar los costes operativos. Las empresas tendrán que asumir mayores costes para gestionar y supervisar sus activos tóxicos, lo que puede disminuir su rentabilidad y reducir su capacidad competitiva en el mercado.
- Pérdida de ingresos. Una vez que la empresa ha incurrido en grandes pérdidas por los activos tóxicos, su flujo de caja se verá afectado y perderá ingresos importantes, lo que dificultará su futuro crecimiento y expansión comercial.
Origen de los activos tóxicos
Los activos tóxicos se originan a partir de una serie de factores, entre los cuales se encuentran la sobrevaloración de los precios, el endeudamiento excesivo y las malas inversiones. Estos activos son difíciles de vender o transferir y tienen un valor nominal bajo al que no corresponde ningún activo real.
En primer lugar, existe una sobrevaloración del precio de los activos. Lo anterior quiere decir que los precios se mantienen artificialmente elevados durante periodos prolongados sin que haya una correlación con los fundamentales subyacentes del bien o servicio al que están asociados. Esto puede ser debido a la especulación excesiva, la manipulación deliberada del mercado por parte de grandes jugadores o simples errores en el análisis financiero.
Además, hay un endeudamiento excesivo relacionado con estos activos tóxicos. La mayoría de estas empresas toman prestado grandes cantidades para financiar sus actividades sin considerar si pueden devolver el dinero a largo plazo. Este endeudamiento excesivo generalmente conduce a problemas financieros cuando las empresas no cumplen con sus obligaciones y no pueden vender sus activos para cubrir sus deudas.
Por último, pero no por ello menos importante, las malas inversiones también contribuyen al origen de los activos tóxicos. Algunas empresas invierten en productos financieros complejos sin comprender el riesgo asociado a ellos o deciden invertir en proyectos irracionalmente rentables sin evaluar adecuadamente su viabilidad futura.
Ejemplos de activo tóxico
En las próximas líneas, se presentan algunos ejemplos comunes de activo tóxico:
- Bonos basura. Esta clase de bono es emitida por empresas con un historial de impagos o calificaciones crediticias muy bajas. Son más arriesgados que los bonos calificados como «inversiones» y ofrecen altas tasas de interés para compensar este riesgo adicional.
- Valores subordinados. Esta clase de valores tiene una prioridad inferior a otros valores en la estructura financiera de la compañía. Es decir, que los titulares recibirán el último pago en caso de liquidación. Por lo tanto, son mucho más arriesgados que los demás tipos de valores y generan muchas incertidumbres para los inversores.
- Activos hipotecarios subprime. Este tipo de préstamo hipotecario fue diseñado para ayudar a aquellas personas con menor calificación crediticia a comprar una vivienda. Aún así, el elevado riesgo resultante hizo caer el precio del mercado cuando estalló la crisis financiera mundial en 2008, provocando grandes pérdidas para quienes habían invertido en ellos previamente.