Los Credit Default Swaps (CDS) son instrumentos financieros derivados que funcionan como un seguro ante el incumplimiento de pago de una deuda. El comprador del CDS realiza pagos periódicos al vendedor y, a cambio, recibe una suma acordada si la entidad emisora de la deuda incurre en un evento de crédito, como el impago o la quiebra.
En el laberíntico mundo de las finanzas, los Credit Default Swaps (CDS) se han convertido en una pieza clave para inversores y entidades financieras. Con frecuencia referidos como «seguros contra impagos», proporcionan a las partes implicadas un escudo protector ante la posibilidad de que no se cumpla con una obligación de pago. Parece sencillo, pero detrás de esta aparente simpleza se esconde un entramado financiero altamente sofisticado.
En este artículo desentrañaremos los misterios del CDS, explicaremos cómo funciona y presentaremos ejemplos prácticos para entender su aplicación en casos concretos como puede ser un bono. Nuestro objetivo es que al finalizar la lectura, tenga en sus manos una herramienta adicional para navegar con astucia por el mar tempestuoso del comercio financiero global.
Ejemplo de un CDS sobre un bono
Para comprender mejor cómo funcionan los Credit Default Swaps (CDS), es conveniente ilustrar su uso con un ejemplo. Imaginemos una situación en la que un inversor está preocupado por la capacidad de una empresa para reembolsar sus bonos. La empresa, llamémosla «Empresa A», ha emitido bonos que este inversor posee, pero debido a las recientes dificultades financieras y económicas, el inversor teme que Empresa A pueda entrar en default.
Siguiendo el temor a perder su inversión, el inversor decide comprar un CDS como forma de seguro contra el incumplimiento del emisor del bono. Para ello, contacta con otra entidad financiera o aseguradora dispuesta a venderle este tipo de contrato o swap.
- Acuerdo inicial. El inversor acuerda pagar una prima anual, digamos el 2% del valor nominal del bono (supongamos que son $1 millón), al vendedor del CDS. Eso significa que cada año pagará $20 mil al vendedor.
- Durante la vigencia del contrato. Si todo va bien y Empresa A no entra en default durante la duración del CDS, el comprador terminará pagando $20 mil al año sin ninguna devolución. Es similar a comprar seguro para tu auto,si no tienes un accidente, estás pagando primas sin obtener algo material a cambio.
- En caso de incumplimiento. Por otro lado, si Empresa A llegase a entrar en default y no puede reembolsar sus bonos cerca del final de la duración del CDS, entonces ocurre lo siguiente
El comprador presenta una «solicitud de crédito» al vendedor por su pérdida.
El vendedor es obligado a compensar al comprador por la disminución en el valor del bono – podrían tener que pagar todo el valor recobrable o bien se puede acordar otra cifra.
En este caso, si los bonos caen hasta valer solo $500 mil después de entrar en default, entonces al comprador le será reembolsado esta cantidad por parte del vendedor.
Por tanto, con este instrumento financiero complejo se busca proteger las inversiones frente a eventuales impagos y minimizar riesgos asociados con posibles defaults crediticios. Sin embargo hay que ser consciente también sobre los riesgos inherentes del propio CDS como es encontrar un contraparte solvente capaz de cumplir con sus obligaciones ante un eventual escenario adverso mediante este acuerdo.
Además es importante tener en cuenta otras consideraciones desde perfiles jurídicos hasta riesgo país pasando por costes operativos y administrativos asociados entre otros factores antes tomar decisiones relacionados con los Credit Default Swaps (CDS).