Un activo exigible es aquel que representa una obligación financiera para la empresa y debe ser pagado en un plazo determinado a terceros, como proveedores, acreedores o bancos. Este tipo de activo suele aparecer en el balance general y su importancia radica en que representa una deuda a corto plazo que debe ser cumplida en un periodo establecido y bajo ciertas condiciones acordadas previamente con el acreedor.
En términos financieros, un activo exigible es un compromiso de pago que adquiere una empresa con terceros a corto plazo y bajo ciertas condiciones preestablecidas. Este tipo de activo suele aparecer en el balance general y representa una obligación financiera que debe ser cumplida en un periodo establecido. Por lo general, estos créditos o préstamos son otorgados por proveedores, acreedores o bancos y la empresa debe contar con los recursos necesarios para hacer frente a sus pagos.
Es importante mencionar que el activo exigible no está relacionado directamente con el efectivo disponible de la empresa, sino que se trata de una deuda u obligación que figura en su balance general. Por otro lado, es común encontrar diferentes cuentas contables dentro del activo exigible como las cuentas por pagar a proveedores o los préstamos bancarios a corto plazo.
Es necesario tener claridad sobre la diferencia entre un activo exigible y uno no exigible. Mientras el primero representa una obligación financiera inmediata para la empresa, el segundo hace referencia a aquellos bienes o recursos que posee la compañía pero cuyo valor no se puede liquidar en efectivo inmediatamente.
Es decir, entender los conceptos relacionados al activo exigible es fundamental para tener una visión integral del manejo financiero de una empresa y su capacidad crediticia ante terceros.
En lo que sigue exploraremos más a fondo tres puntos clave: cómo se relaciona con el efectivo disponible,cuál es la cuenta contable correspondiente,y cuáles son las diferencias entre este tipo de activo frente al no-exigible.
Relación entre el activo exigible y el activo disponible
La relación entre el activo exigible y el activo disponible es un factor importante que debe ser tenido en cuenta por todas las empresas y organizaciones. Esto, debido a que puede afectar su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras a largo plazo.
En términos simples, el activo exigible se refiere a todo lo que una empresa o entidad adeuda a terceros, tales como préstamos bancarios, facturas pendientes de pago o salarios y beneficios a los empleados. Por otro lado, el activo disponible hace referencia al dinero en efectivo disponible, cuentas bancarias corrientes y otras inversiones líquidas que pueden ser utilizadas para pagar dichas deudas.
Es importante destacar que la relación entre ambos debe ser equilibrada. Si la cantidad de activos exigibles es mayor que la cantidad de activos disponibles podría generar problemas financieros a largo plazo ya que la empresa podría enfrentarse a dificultades para pagar sus compromisos a terceros. En cambio, si la cantidad de activos disponibles es mayor que los exigibles puede indicar una falta de inversión productiva y rentable.
Por esta razón, las empresas deben llevar un adecuado control del flujo de efectivo para poder determinar con precisión cuánto tienen disponible para hacer frente a sus obligaciones financieras. Adicionalmente, deben considerar estrategias de inversión inteligentes para asegurar que el rendimiento obtenido sea suficiente como para cubrir los gastos operativos y compromisos financieros actuales y futuros.
En conclusión, mantener una cantidad adecuada de activo exigible en comparación con el activo disponible es crucial para la salud financiera general de cualquier organización. Es vital tener un buen balance entre ambos elementos ya que esto permitirá tomar decisiones oportunas y responsables que permitan a la empresa crecer y evolucionar de manera sostenible.
¿Qué cuenta contable pertenece al activo exigible?
En contabilidad, el activo exigible hace referencia a aquellos bienes o derechos que la empresa debe responder en un plazo determinado. Esta categoría se divide en tres subcuentas: pasivos corrientes, provisiones y otros pasivos no corrientes.
La cuenta contable más representativa del activo exigible es «Obligaciones financieras». En esta cuenta se incluyen todas las deudas y préstamos que la empresa haya adquirido para financiar sus actividades. Es importante destacar que estas obligaciones deben ser canceladas dentro del plazo establecido.
Entre las obligaciones financieras más comunes encontramos los préstamos bancarios, los créditos comerciales, las letras de cambio y los pagarés. Todos estos elementos forman parte del activo exigible porque implican un compromiso de pago por parte de la empresa.
Además, en el activo exigible también se incluyen otras cuentas como el impuesto sobre el valor añadido (IVA) o las retenciones de IRPF pendientes de pago. Estas cuentas representan pasivos corrientes ya que su vencimiento será en un plazo inferior a un año.
Por otro lado, tenemos las provisiones como la cuenta “Provisiones por garantías” para empresas que venden productos con garantía,son cantidades destinadas a cubrir posibles contingencias futuras relacionadas con la actividad empresarial.
Para finalizar, nos encontramos con otros pasivos no corrientes. Se trata del conjunto de obligaciones financieras cuyo vencimiento supera el plazo de un año. La amortización acumulada y otras cuentas relacionadas al patrimonio neto también pueden ser incluidos.
En conclusión, la cuenta contable más representativa dentro del activo exigible es «Obligaciones financieras». Aún así, existen otras subcuentas como pasivos corrientes, provisiones y otros pasivos no corrientes que también conforman este conjunto de bienes o derechos que la empresa debe responder en un plazo determinado. Es importante llevar un registro detallado de todas estas cuentas contables para poder garantizar una gestión contable eficiente.
Diferencia entre activo exigible y activo no exigible
En términos generales, los activos son aquellos bienes que posee una empresa y que le permiten generar ingresos. De esta manera, una empresa puede tener diversos tipos de activos, entre ellos podemos encontrar los exigibles y no exigibles.
Los activos exigibles son aquellos que representan una obligación o deuda para la empresa. Es decir, son aquellas deudas o compromisos financieros que la empresa tiene con terceros u otras entidades. Estos activos deben ser pagados en un plazo determinado y su incumplimiento podría llevar a la empresa a una situación financiera difícil.
Por otro lado, los activos no exigibles son aquellos que no representan una obligación futura de pago para la empresa. Se trata de bienes o recursos que pueden tener un valor económico, pero no se encuentran ligados a algún tipo de obligación financiera. Un ejemplo en este caso podría ser el mobiliario o equipo de oficina.
La diferencia básica entre ambos tipos de activo radica en el hecho de si representa o no una obligación para la empresa. Los activos exigibles tienen la particularidad de que deben ser pagados dentro del tiempo señalado en las condiciones acordadas previamente por la entidad crediticia. Por otro lado, los no exigibles se relacionan con aquellos bienes que poseen un valor económico neto sin requerir un desembolso específico dentro de un plazo determinado.
A continuación presentamos algunas características principales tanto del activo exigible como del no exigible:
Características del Activo Exigible:
- Representa una obligación financiera
- Debe ser pagado dentro del plazo establecido
- El incumplimiento puede llevar a consecuencias financieras negativas
Características del Activo No Exigible:
- No representa una obligación financiera
- Su valor económico puede ser significativo, pero no se encuentra vinculado a una obligación de pago específica.
- No tiene plazo de vencimiento.
En conclusión, la principal diferencia entre los activos exigibles y no exigibles se relaciona con la presencia o ausencia de una obligación financiera para la empresa. Los activos exigibles representan compromisos financieros que deben ser cubiertos dentro del plazo establecido. En cambio, los no exigibles son aquellos bienes que poseen un valor económico sin estar asociados a una obligación futura de pago por parte de la empresa.