En términos contables y financieros, se define como activo corriente a aquellos bienes, derechos y recursos que la empresa posee y que se espera que sean convertidos en dinero en efectivo o consumidos en el plazo de un año o ciclo económico normal. Estos activos son considerados líquidos ya que son fáciles de convertir en efectivo rápidamente para el cumplimiento de obligaciones a corto plazo. Ejemplos comunes incluyen cuentas por cobrar, inventarios y efectivo disponible.
En el mundo de los negocios, el término activo corriente se utiliza para referirse a los bienes y recursos que una empresa tiene a su disposición y que se espera que sean convertidos en efectivo o consumidos en el transcurso del año o ciclo económico normal. Estos activos son considerados líquidos debido a que pueden ser fácilmente convertidos en efectivo para cumplir con obligaciones a corto plazo. Ejemplos de estos activos incluyen cuentas por cobrar, inventarios y efectivo disponible.
En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de activo corriente, cómo es financiado y algunos ejemplos comunes de este tipo de activo.
Tipos de activo corriente
Los activos corrientes son aquellos bienes y derechos que se espera que se conviertan en efectivo en un plazo corto, generalmente dentro del año siguiente a la fecha del balance. A continuación, detallaremos los diferentes tipos de activos corrientes:
- Efectivo y equivalentes. Este tipo de activo incluye todo el dinero disponible en caja y banco, así como los depósitos a corto plazo y otros instrumentos financieros altamente líquidos.
- Cuentas por cobrar. Las cuentas por cobrar son los montos que las empresas esperan recibir de sus clientes luego de haber vendido bienes o servicios a crédito. Estas cuentas pueden ser clasificadas como comerciales, cuando se trata de ventas realizadas a clientes habituales de la empresa, o no comerciales cuando se trata de ventas a terceros.
- Inventarios. Los inventarios son todos los bienes disponibles para la venta o producción que tiene una empresa. Pueden clasificarse por naturaleza del inventario: materias primas, productos terminados y en proceso.
- Gastos pagados por anticipado . Se refiere al pago con antelación de gastos tales como seguros u otros servicios contratados
- Otros activos corrientes. En este grupo figuran todos aquellos activos con un plazo muy corto para su conversióna efectivo tales como deudores diversos expensas pagadas por anticipado sin embargo estos variarán según el tipo de organización
Es importante destacar que una buena gestión en el manejo y control del nivel adecuado de cada uno cada uno estos activos contribuya directamente al éxito financiero y operativo las organizaciones empresariales.
¿Cómo se financia el activo corriente?
El activo corriente es uno de los elementos más importantes en la gestión financiera de cualquier empresa. Para su correcto funcionamiento, es fundamental conocer los diferentes tipos de financiación que existen, así como las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas.
En las próximas líneas, se presentan las principales formas de financiación del activo corriente:
- Financiación mediante recursos propios. La financiación con recursos propios es aquella que se obtiene a través del capital social o reservas generadas por la empresa. Esta opción es la más aconsejable ya que no supone ningún tipo de coste financiero y no compromete el futuro negocio.
- Créditos bancarios. Otra posibilidad para obtener fondos para el activo corriente son los créditos bancarios. Estos pueden ser a corto plazo (menos de un año) o a largo plazo (más de un año). En general, estos créditos implican el pago de intereses y comisiones.
- Descuento comercial. El descuento comercial consiste en anticipar el cobro de facturas emitidas por la empresa mediante su venta a un tercero (como un banco). A cambio, este tercero aplicará un descuento sobre esa factura en función del tiempo restante hasta su vencimiento.
- Factoring. El factoring se basa en ceder las facturas pendientes para su cobro inmediato a una entidad financiera especializada en esta tarea, obteniendo líneas financieras para financiarlas destinadas al pago del activo corriente.
- Leasing. El leasing consiste en alquilar el uso temporal durante determinados años adaptándose al uso operativo sin necesidad grande desembolso creando una solución flexible y desestacionalizada.
- Crowdfunding. El crowdfunding es una forma de captación de fondos, que consiste en la solicitud de pequeñas contribuciones por parte de muchas personas. Este proceso se realiza a través de plataformas online y permite obtener financiación a tasa cero o muy baja.
En general, la elección de una u otra opción dependerá del momento y las necesidades puntuales del negocio. La mejor opción será aquella que permita dar disponibilidad a los recursos necesarios en función del siguiente perfil con programas estratégicos e individuales que reporten soluciones practicas dando garantías al inversor para hacer más efectiva su financiación.
Ejemplos de activo corriente
Los activos corrientes son todos aquellos elementos que la empresa tiene en su poder y que poseen un alto grado de liquidez, es decir, la capacidad de convertirse rápidamente en efectivo. Esto se debe a que se espera que estos activos sean utilizados en un corto plazo para generar ingresos o para cubrir gastos operativos.
En las próximas líneas, te presentamos algunos ejemplos de activos corrientes comunes:
- Caja y bancos. Esta categoría incluye todo el dinero que la empresa tiene disponible en sus cuentas bancarias y cajas registradoras.
- Inventarios. Este activo corriente consiste en los bienes o productos que la empresa posee con el fin de ser vendidos o utilizados para fabricar otros productos.
- Cuentas por cobrar. Es el dinero que los clientes deben a la compañía por los servicios o productos entregados.
- Inversiones temporales. Son inversiones a corto plazo, como depósitos a plazo fijo, bonos y acciones comprados con el objetivo de obtener ganancias rápidas.
- Gastos pagados por adelantado. Estos son pagos realizados por servicios futuros como alquileres, impuestos u otros gastos mensuales recurrentes.
Estos son solo algunos ejemplos comunes de activos corrientes que pueden ser encontrados dentro del balance general de cualquier empresa. Su importancia radica en su capacidad para ayudar a financiar las operaciones diarias de una empresa y proporcionar un margen adicional ante posibles situaciones financieras adversas.