Un acreedor garantizado es aquel que tiene un derecho de preferencia sobre los bienes o activos de una empresa o individuo como garantía de pago en caso de incumplimiento de la obligación crediticia. Lo que significa que, en caso de insolvencia del deudor, el acreedor garantizado tiene prioridad para recibir su pago a través del embargo y liquidación de los bienes que sirvieron como garantía.
Una de las formas más comunes en las que una empresa o individuo puede obtener dinero es a través de préstamos. Sin embargo, como es sabido, los préstamos no son gratuitos y deben ser pagados con intereses acordados previamente. En este contexto, la figura del «acreedor garantizado» se hace presente. Pero ¿qué significa esto exactamente?
Un acreedor garantizado es aquel que tiene un derecho especial sobre los bienes o activos de la empresa o individuo que recibe el préstamo como una forma de garantizar su pago completo en caso de incumplimiento. Esto significa que si, por alguna razón, la empresa o individuo no cumple con sus obligaciones crediticias, el acreedor garantizado tendrá prioridad para recibir su pago a través del embargo y liquidación de los bienes que sirvieron como garantía.
Es decir, en el caso hipotético donde no hay suficientes activos para cubrir todo el capital invertido por cada uno de los acreedores del solicitante del préstamo (lo llamado «insolvencia»), además donde entraría siempre sus demandas legales correspondientes propias,los derechos especiales reservados para los acreedores garantizados les permitirían recuperar su inversión antes que otros prestamistas regulares.
A lo largo del artículo hablaremos sobre los diferentes tipos de acreedores garantizados y cómo estos benefician tanto al prestamista como al prestatario. De igual forma, abarcaremos aspectos importantes relacionados con esta figura financiera y pondremos un ejemplo práctico para ilustrar mejor las situaciones donde se puede dar lugar a la existencia y necesidad jurídica e instrumental práctica astrasada sobre diferentes realidades bancarias internacionales respecto a la aparición frecuente «el acreedor garantizado».
Tipos de acreedor garantizado
Hay diferentes tipos de acreedores garantizados, dependiendo del tipo de garantía que se haya establecido en el acuerdo de préstamo. A continuación, mencionaremos algunos de los más comunes:
- Hipotecarios. Estos son los acreedores que tienen una hipoteca sobre un bien inmueble propiedad del deudor. Si el deudor incumple con el pago acordado, el acreedor puede solicitar la ejecución hipotecaria y vender el bien para recuperar su dinero.
- Prendarios. En este caso, la garantía es una prenda sobre algún bien mueble propiedad del deudor, como un automóvil o maquinaria. Si el deudor no cumple con el acuerdo firmado, el acreedor puede tomar posesión del bien y venderlo para recuperar su inversión.
- Quirografarios. Estos son los acreedores que no tienen una garantía específica sobre un bien en particular y dependen únicamente del compromiso del deudor para devolver el préstamo. En caso de incumplimiento, pueden recurrir a medidas legales para obtener un fallo judicial a favor para recuperar su inversión.
- Avalistas. Algunas veces los préstamos están respaldados por avalistas que asumen la responsabilidad por la devolución del crédito en caso que el prestatario original no cumpla con sus obligaciones financieras.
Es importante mencionar también que algunos bancos u otras empresas financieras pueden trabajar juntas para asegurar préstamos especiales como parte integral de su proceso crediticio,ejemplos incluyen muchas iniciativas gubernamentales como microcréditos.
En conclusión, cada tipo de acreedor garantizado tiene características únicas según las condiciones del préstamo, pero en última instancia el objetivo de todos ellos es recuperar su inversión en caso de incumplimiento. Es importante conocer todas las condiciones y términos antes de firmar un contrato y asegurarse de poder cumplir con los compromisos financieros adquiridos.
Aspectos importantes del acreedor garantizado
El acreedor garantizado es una entidad o persona que le presta dinero a otra entidad o persona, pero para asegurarse de que su inversión está segura, solicita alguna forma de garantía. Esta puede incluir propiedades inmobiliarias, inversiones financieras u otros activos líquidos.
Algunos aspectos importantes que cualquier acreedor garantizado debe tener en cuenta son:
- Garantías adicionales. Además de la garantía principal, el acreedor puede requerir otras garantías adicionales para asegurar su inversión. Esto podría incluir fianzas personales o avales financieros y aumentar la seguridad del préstamo.
- Evaluación del valor del colateral. Es importante que el acreedor determine correctamente el valor del colateral ofrecido por el prestatario. Esto se hace para asegurar que, en caso de impago, la venta del activo recuperará al menos una parte significativa del préstamo.
- Registro público de seguridad. Algunos tipos de garantías tienen requisitos específicos para ser registrados públicamente en un registro oficial. Esta información es accesible a terceros interesados y sirve como prueba legítima de derechos sobre un activo.
- Vencimiento y pago. Los términos contractuales determinan el plazo máximo de tiempo en el cual se espera que el prestatario pague el préstamo y las condiciones para hacerlo (como pagos periódicos). En caso de impago, el acreedor tiene derecho a confiscar la propiedad dada como garantía.
- Procedimientos legales. Si no se cumple con los términos acordados, existen procedimientos legales disponibles para el acreedor autorizados por ley (en ocasiones conocidos como ‘medidas cautelares’) para recuperar la inversión realizada.
Por tanto, es importante que el acreedor garantizado evalúe correctamente la situación financiera del prestatario para determinar el riesgo al momento de ofrecer un préstamo y tomar todas las medidas necesarias para proteger su inversión.
Ejemplo de acreedor garantizado
Un ejemplo de acreedor garantizado sería aquel que tiene un préstamo hipotecario sobre una propiedad. En este caso, el prestamista (acreedor) tiene derecho a ejecutar la garantía (la propiedad) en caso de que el prestatario no cumpla con sus obligaciones y no pague el préstamo.
En otras palabras, si el prestatario deja de pagar las cuotas del préstamo hipotecario, el prestamista puede tomar posesión de la propiedad y venderla para recuperar su dinero.
Este tipo de préstamos son muy comunes en la compra de viviendas y propiedades inmobiliarias. En esta transacción, el prestamista otorga al prestatario un préstamo para comprar la propiedad, pero toma como garantía la propia propiedad adquirida. De esta forma, si el prestatario no puede cumplir con los pagos del préstamo, el prestamista podrá ejecutar su derecho a quedarse con la propiedad.
Otro ejemplo común es cuando una empresa solicita un préstamo bancario. En este caso, puede ofrecer como garantía alguno de sus activos fijos (por ejemplo, maquinaria o edificios) para asegurar al banco que hay algo tangible que respalda el préstamo en caso de impago.
En conclusión, los acreedores garantizados tienen cierto grado de protección ante posibles incumplimientos por parte del prestatario gracias a que cuentan con una garantía en forma de bien tangible. Esto les da un poco más confianza a la hora de otorgar un préstamo.