Taylorismo

El Taylorismo es una filosofía de gestión industrial que busca aumentar la productividad mediante el estudio minucioso del trabajo y la implementación de mejoras organizativas, así como del diseño de maquinaria y herramientas. Esta filosofía fue desarrollada por Frederick Winslow Taylor a principios del siglo XX.

En el presente artículo veremos cómo esta filosofía de gestión industrial, desarrollada por Frederick Winslow Taylor a principios del siglo XX, busca mejorar la productividad y organización a través del estudio minucioso del trabajo.

Estudiaremos en profundidad los principios, características, ventajas y desventajas de su teoría. ¡Comenzamos!

Taylorismo
Taylorismo

Principios del taylorismo

Los principios básicos del Taylorismo comprenden:

  • Estudio sistemático. El objetivo es analizar todos los aspectos del proceso de producción para identificar las áreas en las que se puede mejorar el rendimiento.
  • Separación entre planeamiento y ejecución. La planeación debe ser llevada a cabo por los gerentes, mientras que la ejecución debe ser realizada por los trabajadores. Esta separación permite que el proceso sea más eficiente ya que solo aquellos con el conocimiento adecuado están involucrados en la toma de decisiones estratégicas.
  • Especialización laboral. Los trabajadores deben realizar tareas específicas repetitivas para lograr mayor productividad y eficiencia.
  • Estandarización. Los materiales, herramientas, equipos, etc., deben ser estandarizados para lograr mayor precisión y uniformidad en el proceso de producción.
  • Control estricto del tiempo. Se requiere controlar cuidadosamente el tiempo dedicado a cada tarea para maximizar la productividad y minimizar los costos operativos totales.
  • Entrenamiento intensivo. El entrenamiento intensivo es necesario para preparar a los trabajadores para realizar sus tareas con precisión y rapidez sin perder calidad o comprometer la seguridad laboral.

Características del taylorismo

Las principales características del taylorismo son:

  • Estandarización. Todos los pasos del proceso productivo deben ser estandarizados para reducir al mínimo los errores y aumentar la eficiencia. Lo que significa que todas las partes involucradas deben seguir las mismas instrucciones exactamente iguales para completar sus tareas.
  • Entrenamiento. Los trabajadores deben recibir entrenamiento especializado para realizar su trabajo correctamente desde el primer intento sin necesidad de correcciones posteriores. Esto reduce considerablemente los costos relacionados con los errores y mejora significativamente la calidad del producto final.
  • Precisión. El objetivo del taylorismo es optimizar cada paso del proceso productivo al máximo nivel posible. Para lograr esta meta, se requiere que todos los trabajadores sigan instrucciones muy precisas sobre cómo realizar sus tareas.
  • Planificación. El éxito del taylorismo depende en gran medida de una buena planificación de todos los aspectos del proceso productivo, desde materiales a mano de obra y equipos. Esta planificación ayuda a garantizar que todos los factores involucrados funcionen bien juntos para alcanzar el objetivo deseado dentro del plazo previsto sin problemas innecesarios o desperdicio de recursos.
  • Supervisión. Es importante contar con un supervisor experto que monitoree constantemente cada paso del proceso para detectar posibles problemas antes de que impacten negativamente en el resultado final. El supervisor también ofrece feedback constructivo a los demás miembros del equipo para mejorar continuamente su rendimiento individual y colectivo con el fin de cumplir con las metas planteadas por el sistema Taylorista.

Ventajas y desventajas del taylorismo

En este apartado, se explican las ventajas y desventajas del taylorismo:

Ventajas:

  • Mejora la productividad y eficiencia. El Taylorismo permite que todos los trabajos sean realizados en tiempo récord, lo que contribuye a mejorar considerablemente la productividad y eficiencia de los procesos.
  • Reduce costes operativos. Al optimizar los tiempos de producción, el Taylorismo ayuda a reducir los costes asociados al proceso, como por ejemplo los gastos en mano de obra o materias primas.
  • Facilita el control del trabajo. El hecho de dividir el trabajo en pequeñas partes hace que sea mucho más fácil para los gerentes controlar cada paso del mismo, identificando posibles errores antes de que estos se produzcan.
  • Mejora la calidad del trabajo. Al dividir las tareas y definir claramente qué es lo que se espera que haga cada miembro del equipo, se mejora considerablemente la calidad general del trabajo realizado por todos ellos.

Desventajas:

  • Puede generar monotonía y aburrimiento entre los empleados. Debido a que muchos aspectos del trabajo son repetitivos, esta técnica puede generar un gran nivel de monotonía entre el personal laboral. Esto, puede llevar a un menor compromiso con su labor diaria y una disminución en su motivación interna para mejorar sus habilidades profesionales.
  • Disminuye la creatividad entre los empleados. Al centrarse únicamente en la optimización de procesos existentes sin prestar atención a innovaciones potencialmente beneficiosas, esta metodología tiende a disminuir drásticamente las habilidades creativas entre el personal laboral involucrado en su implementación.
  • Reduce el nivel general de satisfacción entre los empleados. Al no permitirle al personal laboral desempeñar roles relacionados con sus propias ideas o intereses individuales, esta metodología puede reducir significativamente su nivel general de satisfacción con respecto al trabajo realizado.

En conclusión, el Taylorismo ofrece numerosas ventajas para aquellas organizaciones interesadas en mejorar sus procesos productivos mediante la optimización y control exhaustivo del mismo. Sin embargo, hay varios factores negativos relacionados con este sistema (como por ejemplo monotonía o falta creatividad) que deben ser consideradas antes decidir implementarlo dentro de una organización particular.

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