Los costes conjuntos son aquellos gastos incurridos en un proceso de producción que genera múltiples productos simultáneamente. Estos costos no se pueden asignar de manera precisa a cada producto individual, pues son inherentes al proceso de producción como conjunto, y no resultan directamente atribuibles a ningún producto en específico.
La economía y las finanzas están, sin lugar a dudas, llenas de conceptos que requieren un análisis a profundidad para poder comprenderlos completamente. No obstante, en ocasiones, una explicación sencilla puede hacer el camino hacia la comprensión mucho más fácil. Uno de estos conceptos es el de los «costes conjuntos».
Entendamos esto con un ejemplo práctico: imaginemos que tenemos una fábrica de dulces donde se hacen caramelos y bombones en el mismo proceso. El alquiler del local, la electricidad o los salarios del personal son gastos que existen independientemente del tipo de dulce que estemos produciendo. No podemos decir cuánto nos cuesta exactamente elaborar cada caramelo individual o cada bombón porque estos costes no se dividen por producto sino que responden al proceso total. Estos son los llamados costes conjuntos.
El tema puede parecer simple hasta aquí pero tiene múltiples matices y detalles que vale la pena explorar para quienes están inmersos en el mundo productivo. Por ello a lo largo de este artículo abordaremos temas como las diferencias entre costes conjuntos y comunes con claridad ejemplificada,los métodos actuales para asignar dichos costes entre productos diversos,e incluso ofreceremos ejemplos clarificadores de cómo realizar tal asignación. Ahondaremos así en este fascinante tema desde todos sus ángulos posibles asegurando no dejar ninguna duda sin resolver.
Diferencia entre costes conjuntos y comunes
El mundo de las finanzas y la economía tiene su propio idioma y, a veces, dos términos pueden parecer similares pero representan conceptos completamente diferentes. Este es el caso de los costes conjuntos y los costes comunes. Mientras que estos conceptos comparten una conexión con la idea de gasto, difieren en lo que representan y cómo se distribuyen.
Comenzaremos por describir lo que son los costes conjuntos. En la producción o fabricación, a menudo encontramos procesos donde un único procedimiento produce más de un producto a la vez. Un ejemplo clásico es una refinería de petróleo: del mismo barril de crudo no solo obtenemos gasolina, sino también diesel, queroseno y más derivados. Los gastos incurridos en ese proceso compartido son los denominados costes conjuntos.
Estos costes están intrínsecamente vinculados al proceso conjunto y es imposible desglosarlos por producto sin recurrir a algún tipo de medida arbitraria. Aquí radica una dificultad clave: determinar qué parte del costo total atribuir a cada producto terminado para luego poder definir rentabilidades individuales.
Por otro lado, tenemos los costes comunes. Estos se refieren a aquellos gastos que benefician a varias áreas o departamentos dentro de una empresa. Un buen ejemplo podría ser el salario del personal administrativo que atiende tareas generales como recursos humanos o contabilidad para toda la organización.
En este caso sí podemos asignar estas cargas a cada departamento dependiendo del nivel de uso o beneficio obtenido. Por supuesto, esto también puede resultar algo subjetivo pero generalmente hay metodologías más claras para distribuir estos gastos que con los costes conjuntos.
Así entonces ¿Cómo diferenciamos entre estos dos términos? Veamos algunos puntos clave:
- – Ambito / Nivel. Mientras que los costes conjuntos ocurren en el nivel productivo,es decir, durante el proceso mismo de creación del bien o servicio, los comunes acontecen en un nivel corporativo y cubren varias áreas departamentales.
- – Divisibilidad. Los costes comunes pueden ser divididos y asignados directamente según el grado de uso o beneficio obtenido por cada área o departamento mientras que para segmentar adecuadamente los costes conjuntos se necesita recurrir a ciertas reglas propuestas según distintas teorías (como por ejemplo prorrateando según las unidades producidas).
- – Ámbito empresarial . Los Coste Común suele estar relacionado con funciones internas mientras que el Coste Conjunto está íntimamente ligado al carácter productivo/operativo.
Teniendo en cuenta todo lo anterior vemos cómo ‘conjunto’ no siempre significa ‘común’. Para llevar las finanzas correctamente es crucial estimular esta diferencia bien desde aprender cómo contabilizar hasta saber analizar nuestros estados financieros tomando conciencia sobre qué método nos ofrece una imagen más fiel sobre nuestra empresa.
Métodos para asignación de costes conjuntos
La asignación de costes conjuntos puede llegar a ser un desafío en cualquier negocio. Sin embargo, hay métodos diversos que nos pueden ayudar a manejar esta cuestión con eficacia.
Antes de profundizar en la explicación, es relevante tener presente que los costes conjuntos son aquellos gastos incurridos para producir varios productos al mismo tiempo. Este hecho tiene lugar habitualmente en industrias como la química o la alimentaria, donde un único proceso productivo genera más de un producto útil.
Entonces, ¿cómo podemos determinar el coste individual de cada uno de estos productos? Aquí es donde entran en juego los métodos para asignación de costes conjuntos. A continuación, te presentamos algunos métodos bien establecidos:
- Método del valor relativo
Este método consiste en dividir el costo total entre los distintos productos resultantes del proceso basándose en su valor relativo o de venta. En resumidas cuentas, se asocian más costos a aquel producto con el precio más elevado.
- Método del peso físico
En este escenario se divide el costo conjunto proporcionalmente al peso físico (o volumen) que cada uno supone respecto al total. Si todas las corbatas que fabricamos tienen exactamente las mismas dimensiones y utilizan exactamente la misma cantidad de recursos para su producción, entonces se distribuirían los costes equitativamente.
- Método de las unidades vendibles
Este reparte el costo conjunto basado en la cantidad total vendida o producida correspondiente a cada artículo durante un periodo definido.
- Método NRV (Net Realizable Value)
Se trata del método más usado y aceptado por contables y auditores. Consiste en tomar restando al precio estimado de venta final los posibles gastos futuros: almacenaje, transporte… etc., logrando así obtener el Valor Realizable Neto (NRV), base para dividir entonces entre ellas todo el costo.
Es oportuno destacar que no existe una “mejor” forma universal para distribuir estos gastos ya que estas técnicas varían según sea positivo dependiendo del tipo de producción y contexto económico.
En cualquier caso, lo crucial es seleccionar un método coherente y mantenerlo constante a lo largo del tiempo para poder elaborar comparativas válidas y verídicas sobre la evolución temporal der nuestra producción/costo unitario.
Más importante aún es transmitir dicha elección claramente e incluir esta información dentro de nuestros informes financieros para garantizar transparencia cara a nuestras partes interesadas: inversores, accionistas…
Con buena gestión y análisis meticuloso -estoy seguro- podrás sortear casi cualquier desafío financiero que surja como consecuencia directa o indirecta de tener varios huevos -productos- en una misma cesta -proceso productivo-.
Ejemplo de asignación de costes conjuntos
La asignación de costes conjuntos es un enigma bastante interesante dentro del mundo económico y financiero. Para darle mayor claridad a este concepto, desarrollaremos un ejemplo práctico.
Imaginemos una planta procesadora de manzanas ubicada en una región frutícola. Supongamos también que de ese proceso derivan tres productos: jugo de manzana, compota y vinagre. El primer paso en la cadena de producción involucra lavar, pelar y cortar las manzanas – etapas que representan costes conjuntos ya que estos no pueden ser atribuidos directamente a ninguno de los tres productos finales.
Para llevar a cabo una correcta asignación de estos costes conjuntos, hay varios métodos que se podrían aplicar. Uno comúnmente usado es el Método del Valor Neto Realizable (VNR), donde cada producto recibe una porción del coste conjunto basado en su valor final o potencial en el mercado menos cualquier costo posterior al punto dividido.
Dados estos datos:
- Venta promedio anual para jugo, compota y vinagre. $3000, $2500 y $2000 respectivamente.
- Gastos posteriores (envasado y marketing). Jugo- $500, Compota-$400 y Vinagre-$300.
Resultados pre-asignación son: Jugo- $2500 ($3000-$500),Compota-2100 ($2500-$400) y Vinagre-$1700 ($2000-$300).
El paso siguiente sería determinar la proporción en la cual los costos se distribuirán entre los tres productos,esto implica sumar las cifras obtenidas anteriormente para cada uno ($2500+$2100+$1700 = $6300). Luego debemos calcular el porcentaje que representa cada producto sobre esta suma total. Por lo tanto tendríamos:
- Jugo. 39.68% (2500/6300)
- Compota. 33.33% (2100/63000)
- Vinagre. 26.98% (1700/63000)
Finalmente suponiendo un costo conjunto para producir todos productos sea – por ejemplo – 10000 dólares anuales,podemos asignarlo entre los tres productos utilizando estas proporciones calculadas:
Coste conjunto asignado respecto al valor neto realizable
- Jugo. 39.68% *$10000= 3968 $
- Compota. 33.33% *$10000= 3333 $
- Vinagre :26.98 % *$10000=2698 $
Este es sólo un método para dividir los costos conjuntos entre distintos resultados finales, pero esta ilustración es útil para entender cómo estos proporcionan direcciones claras para tomar decisiones operativas o estratégicas informadas e inteligentes dentro de cualquier modelo empresarial.