Coeficiente de efectivo en manos del público

El coeficiente de efectivo en manos del público se refiere a la proporción de la totalidad de dinero que los particulares y empresas detentan en forma física, es decir, billetes y monedas, en comparación con el total de sus depósitos bancarios. Indica la propensión a mantener dinero líquido frente a tenerlo depositado en entidades bancarias.

En el complicado universo de la economía, una de las muchas variables que mueven los hilos invisibles del mercado es el llamado «Coeficiente de efectivo en manos del público». No te alarmes con su nombre complejo, ni tampoco te abrumes. Simplemente, este coeficiente se refiere a cuánto dinero físico -como billetes y monedas- la gente y las empresas poseen en proporción a la suma total de sus depósitos bancarios. En otras palabras, cuánto dinero prefieren tener al alcance de su mano en lugar de conservarlo seguro dentro del banco. En esta publicación daremos un paso adelante para desenredar este concepto con más detalles, ilustrándote acerca su fórmula de cálculo y los diversos tipos de dinero que están involucrados.

Fórmula de cálculo

La fórmula de cálculo para determinar el coeficiente del efectivo en manos del público es crucial. Aunque puede parecer complicada, su comprensión permite analizar un aspecto fundamental de la economía: el comportamiento de los consumidores respecto al dinero.

Para empezar, definamos qué se entiende por coeficiente de efectivo en manos del público. Este término económico se refiere al porcentaje del total de dinero que los individuos optan por mantener como efectivo en lugar de depositarlo en sus cuentas bancarias.

Ahora bien, el cálculo para este coeficiente sigue una fórmula relativamente sencilla:

Coeficiente de Efectivo = (Efectivo en Manos del Público / Suministro Total de Dinero) x 100

  • «Efectivo en Manos del Público» es simplemente la cantidad total de dinero físico que mantienen las personas fuera del sistema bancario. Esto incluye tanto los billetes y monedas que tenemos guardados en nuestros hogares como aquellos que llevamos con nosotros para gastos cotidianos.
  • «Suministro Total de Dinero» se refiere a todo el dinero existente dentro del sistema económico, ya sea líquido o digitalmente almacenado en cuentas bancarias.

Una vez obtenidos estos dos valores, simplemente debemos dividir el primero entre el segundo y multiplicar el resultado por 100 para obtener un porcentaje.

Este coeficiente nos indica cuán dependientes son las personas del dinero físico como medio preferido para realizar transacciones o guardar recursos monetarios. Un coeficiente más alto implica una mayor dependencia del efectivo. Por su parte, un valor más bajo indica una preferencia por los medios digitales o electrónicos.

Es importante tener presente que este ratio puede variar ampliamente dependiendo diversos factores, tales como la confianza en las instituciones financieras, la accesibilidad y usabilidad tecnológica, e incluso aspectos culturales y socioeconómicos regionales.

En términos prácticos, entender cómo calcular e interpretar este coeficiente nos brinda una perspectiva valiosa sobre cómo las personas interactúan con su dinero,información crucial para formular políticas económicas y estrategias financieras robustas a nivel tanto personal como nacional.

Tipos de dinero

El dinero, un concepto omnipresente en nuestras vidas, no es una entidad única y monolítica. Existen diferentes tipos de dinero que participan en sus diversas funciones como medio de intercambio, unidad de medida y depósito de valor. Al conocer estos distintos tipos podemos tener una mejor comprensión del coeficiente de efectivo en manos del público.

En primer lugar, tenemos el dinero físico o tangible. Este tipo está compuesto por las monedas y billetes que todos conocemos y usamos a diario. Están respaldados por leyes gubernamentales (dinero fiduciario) y su lógica es simple: si tienes una moneda o billete, posees el valor que representa.

Luego tenemos el dinero bancario. Este es aquel que se encuentra depositado en cuentas bancarias y se puede acceder a él mediante tarjetas débito o cheques. Aunque no puedes tocarlo, está representado por cifras digitales en tu cuenta bancaria.

Siguiendo la lista encontramos también el dinero electrónico o digital. Esta forma moderna de dinero existe únicamente en formato digital y transita por medios electrónicos como los pagos con tarjeta crédito, transferencias bancarias online o sistemas como PayPal.

Otro tipo relevante es el «dinero ficticio». Feria para rascar la superficie del término puede sonar extraño pero este incluye instrumentos financieros derivados como opciones, swaps y futuros.

Un último integrante en esta clasificación es la criptomoneda. Bitcoin siendo su ejemplo más reconocido pero existen otras cientos similares -las criptomonedas son formas descentralizadas de dinero digital basadas en tecnología blockchain- creadas bajo modelos matemáticos complejos donde no interviene ningún ente regulador centralizado.

Conocer estos diferentes tipos de dinero puede ayudarnos a entender mejor cómo varía el coeficiente efectivo que tiene el público desde macro perspectivas económicas hasta micro hábitos cotidianos individuales ya sea usando bitcoins para hacer una compra online hasta elegir retirar una suma X cantidad de nuestro saldo bancario para tenerla bajo nuestro colchón.

Implica valoración del riesgo, planificación financiera personal e incluso decisiones gubernamentales relativas a la emisión monetaria. Así pues, adentrarse al mundo variado del «dinero», nos facilita entender gran parte las dinámicas económicas cotidianas que configuran nuestras realidades financieras individuales y colectivas.

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