Coeficiente de caja

El coeficiente de caja es una regulación bancaria impuesta por el banco central que establece el porcentaje mínimo de los depósitos de los clientes que los bancos deben mantener en forma líquida, es decir, en efectivo o activos de fácil conversión, para hacer frente a posibles retiros inmediatos.

En un mundo donde la economía rige nuestros destinos, hay determinados términos que conviene conocer para entender mejor cómo funciona el sistema financiero. Uno de ellos es el coeficiente de caja. Atendiendo a su sonoridad, puede parecer un concepto complejo o lejano, no obstante, su entendimiento es más sencillo de lo que duplica y sumamente relevante en nuestra actual sociedad. En términos prácticos, este coeficiente se refiere a ese límite mínimo que los bancos tienen que reservar en cash o activos fácilmente convertibles en dinero y que es impuesto por nada menos que el banco central. Este requisito sirve para garantizar la capacidad del banco cuando alguno de sus clientes quiera hacer una retirada inmediata y efectiva del dinero depositado allí.

Con la lectura de esta publicación conocerás de manera más concreta cómo se gestiona este indicador en diversos países y cuáles son sus particularidades según cada nación. Abordaremos también las implicaciones y los eventuales problemas derivados del manejo del coeficiente de caja y cómo influye directamente en nuestro día a día financiero.

El coeficiente de caja por países

Resulta sumamente interesante explorar cómo el coeficiente de caja, este índice que regula la relación entre los depósitos retenidos por una entidad financiera y los que puede prestar, difiere según el país e incluso dentro del mismo. Esta variación se debe a las distintas políticas monetarias y fiscales adoptadas por cada nación.

Comencemos con la Unión Europea, más específicamente con el Banco Central Europeo (BCE). Este organismo aplica un coeficiente de caja del 1%. Quiere decir que, de cada 100 euros depositados en un banco del Eurogrupo, solo 1 euro debe ser guardado como reserva.

En contraposición encontramos a China, uno de los gigantes económicos mundiales. Aquí el coeficiente de caja establecido por el Banco Popular de China puede llegar hasta alrededor del 13.5%. Este número no es fijo y ha fluctuado a lo largo del tiempo debido a las necesidades expansivas o restrictivas de su política monetaria.

Las autoridades financieras estadounidenses han llevado adelante una estrategia distinta ante la regulación bancaria. En EE.UU., los bancos con reservas menores a $16.3 millones tienen un requerimiento de encaje del 0%, aquellos con reservas entre $16.3 millones y $124.2 millones deben tener un encaje mínimo del 3%. En contraste, aquellos bancos con reservas superiores a $124.2 millones mantienen una tasa de encaje del 10%.

Acercándonos a América Latina, por ejemplo, podemos tomar como referencia Argentina y Brasil. En Argentina el coeficiente varía,para los depósitos en pesos no tiene un límite mientras que para la moneda extranjera es alrededor del 60%. Mientras tanto, en Brasil el coeficiente es cercano al 20-25%.

Teniendo esté panorama global podemos reconocer la diversidad existente en términos regulatorios despertando preguntas tales como: ¿Qué impacto tiene este coeficientes sobre la economía local? ¿Cómo influye sobre sus mercados financieros? ¿Cómo afecta a su crecimiento económico?

Si nos aventuramos a responder estas preguntas tal vez descubramos argumentos convincentes que abogan tanto por índices altos como bajos dependiendo las especificidades propias cada economía nacional.

Definitivamente aún queda mucho tejido para cortar cuando hablamos acerca del coeficiente de caja,esta pieza fundamental dentro diseño macroeconómico cuyo rol indispensable muchas veces pasa desapercibido pero sin duda alguna nuevamente sorprenderá al mundo financiero cambiando su escenario inmediatamente.

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