El ciclo bursátil se refiere a las fluctuaciones periódicas y repetitivas en la actividad económica de los mercados bursátiles, caracterizado por fases alternadas de expansión (alza, con precios subiendo y actividad en aumento) y contracción (baja, con precios cayendo y actividad decreciendo), que se dan debido a diversos factores como eventos económicos, políticos o psicología inversora.
En el enigmático mundo de las finanzas, los mercados bursátiles juegan un papel protagónico. Sus movimientos marcan el ritmo económico y afectan tanto a inversionistas como a economías enteras. Sin embargo, estos mercados no son aleatorios, sino que se mueven en lo que conocemos como «ciclo bursátil». Este ciclo es una especie de danza rítmica que sigue patrones predecibles, aunque su tiempo exacto puede ser difícil de determinar. ¿Pero qué significa realmente este término? Para ponerlo en términos más sencillos, un ciclo bursátil describe cómo los precios en las bolsas de valores suben y bajan con el transcurso del tiempo debido a diversos factores como acontecimientos políticos, eventos económicos e incluso la mentalidad y emociones colectivas de los inversionistas. En las siguientes secciones profundizaremos sobre las fases del ciclo bursátil y pondremos estos conceptos en práctica con un ejemplo aplicado al Ibex 35.
Fases del ciclo bursátil
Las fases del ciclo bursátil son etapas que reflejan las variaciones constantes de los mercados financieros, y que están estrechamente vinculadas con la evolución general de la economía. En cada uno de estos períodos, los inversores actúan de manera diferente dependiendo del sentimiento dominante en el mercado, lo que a su vez se refleja en los precios de las acciones y otros valores negociables. De una forma sencilla y visual, podríamos imaginar el ciclo bursátil como una montaña rusa con subidas y bajadas.
Primera fase: Expansión
Este es el inicio del ciclo. Después de un período sombrío en el mercado financiero, empiezan a surgir señales positivas por parte de empresas e inversionistas. Se observa un crecimiento constante en la productividad, las ventas comienzan a aumentar y hay optimismo generalizado en torno al estado de la economía. Conforme estas circunstancias positivas se consolidan, más inversores entran al mercado empujando los precios al alza.
Segunda fase: Auge o Pico
Durante esta fase, la confianza está en su punto máximo. Las empresas reportan excelentes resultados trimestrales. Lo anterior, anima aún más a los inversionistas quienes compran acciones masivamente llevando a escalar los precios rápidamente hasta llegar a niveles insostenibles. Es usual escuchar durante esta etapa frases como «esta vez es diferente» o «el mercado nunca caerá». Este momento representa un alto riesgo para la inversión ya que muchos pueden caer en compra compulsiva sin considerar si los activos están sobrevalorados.
Tercera Fase: Contracción
El pico alcanzado no puede sostenerse ad eternum y aquí es cuando empieza todo a tornarse gris nuevamente. Durante esta fase se observan pérdidas acumulativas entre quienes han comprado en máximos así como también récord negativos en rentabilidad empresarial dada una posible sobreoferta o disminución de consumo impulsada por una serie interconectada con eventos económicos adversos. Los primeros signos pueden ser leves y pasarse por alto pero eventualmente estos se harán cada vez más ostensibles y marcados afectando ánimos confiados.
Cuarta Fase: Depresión
Se llega finalmente al final del ciclo cuando todos esos signos insistentes pasaron factura generándose pánico colectivo rompiendo burbujas infladas anteriormente haciendo estallarlas implosivamente con remembranzas similares al Martes Negro vivido tras Gran Depresión Americana tras Crack 1929.
Debemos recordar dentro campo inversiones siempre convendrá mantener prudencia analizando detenidamente indicadores financieros reales intentaremos evitar ser arrastrados solo corriente emocional predominante momento.
Finalmente someteremos quinta importante bajo título Recuperación ciudadando cómo tras cualquier temporal tormentoso existirá siempre renacimiento teniendo mente antiguo adagio “después tormenta vendrá calma”.
Esta visión global nos permite entender cómo funciona realmente Bolsa sugiriendo estrategias diversas adecuación estas distintas fases tales como diversificación cartera precepto fundamental encontrar equilibrio gestionar minimización riesgos maximización rendimiento acorde perfil individual cada cual participante indiscutiblemente imperativo financiero primordial dejar claro habrá uno sino varios ciclos durante vida inversor siendo esto natural pulso financiero mundial.
Ejemplo aplicado al Ibex 35
El Ibex 35, líder de la bolsa española y santo grial para los inversores, tiene su propio ciclo bursátil. Si investigamos a fondo su historia, descubriremos que ha atravesado por todas las fases propias de dicho ciclo en más de una ocasión.
Para entender esto tan crucial en función del ciclo bursátil es importante analizar algunos aspectos claves:
- Fase de expansión. Esta fase se caracteriza por la confianza del inversor. Hay optimismo en el mercado y los precios tienden a aumentar. El año 1996 fue un claro ejemplo de esta fase dentro del ciclo del Ibex 35. En este año, el índice experimentó una subida significativa debido al auge económico y a la consolidación de importantes empresas dentro del índice.
- Fase pico. Este es el punto más alto que alcanzan las acciones antes de comenzar a caer. En nuestra revisión histórica sobre el Ibex 35, vemos que la burbuja tecnológica impulsó las acciones hasta niveles muy altos en el año 2000.
- Fase de contracción. Después del pico viene inevitablemente el bajón. La incertidumbre empieza a invadir el mercado y comienza un periodo bajista denominado también como ‘bear market’. Este lleva consigo una disminución constante y prolongada de los precios durante varios meses o incluso años. Un claro ejemplo lo podemos encontrar en los años 2007-2009 con la crisis financiera que azotó no solo al Ibex 35 sino al mundo entero.
- Fase depresión. Es la etapa donde salen a relucir las ganancias reales y pérdidas netas para los inversores, seguido por sentimientos sombríos debido al declive económico continuo e intranquilidad generalizada en todo nivel económico incluyendo -por supuesto- nuestro Ibex.
- Recuperación. Finalmente llegamos a la última etapa del ciclo donde finalmente hay un respiro después de tanta caída económica y sentimientos negativos reinantes porque se vislumbran señales claras de mejora económica generalizada.
Un ejemplo reciente es cómo durante estos últimos años hemos visto signos claros recuperación post-crisis financiera con simpáticos repuntes hacia arriba desde el año 2012 contribuyendo al último ascenso significativo del Ibex 35 por encima de los diez mil puntos nuevamente disfrutando así otra vez tanto inversores como economistas breves momentos felices navegando positivamente entre fluctuaciones pero siempre buscando mantenerse arriba sin llegar -con fortuna- hasta tocar fondo oscuro alguno donde ningún inversor desea estar mucho tiempo sin ver cualquier luz brillante al final posible mientras continua invirtiendo esperanzadamente sin perder nunca vista foco principal siempre será triunfar finalmente través aguas turbulentas mercados financieros mundiales.