Chicharro (bolsa)

«Chicharro» es un término coloquial en la Bolsa de Valores que se utiliza para referirse a las acciones de empresas con una capitalización bursátil muy pequeña y que, por lo general, tienen un valor por acción bastante bajo. Estas acciones suelen presentar alta volatilidad y riesgo para el inversor, debido a su escasa liquidez en el mercado.

En el impredecible universo de la Bolsa de Valores, coexisten diversas especies de acciones. Entre ellas, los «chicharros», término con un cierto aire despectivo que engloba a las acciones con un valor unitario reducido y asociado a empresas de capitalización bursátil también pequeña. Aunque pueden parecer menos vistosas que sus hermanas mayores, las conocidas como ‘blue chips’, los chicharros albergan su encanto para ciertos inversores dispuestos a asumir mayores riesgos en busca de potenciales beneficios más elevados.

Y ahora nos sumergimos en el fondo del mar bursátil para descubrir qué son estos ‘chicharros’, conocer sus peculiaridades y analizar su convivencia con las ‘blue chips’. Nuestro objetivo: desvelarte si merece la pena invertir en ellos o mejor mantenernos a flote con inversiones más tradicionales.

Chicharro y blue chips

En el complejo universo de la bolsa y las finanzas, los términos ‘chicharro’ y ‘blue chips’ se utilizan para clasificar diferentes tipos de acciones o valores cotizados. Podemos ver estos términos como maneras simples de categorizar empresas en función de su tamaño, estabilidad y desempeño financiero.

Comenzaremos hablando del término ‘Chicharro’. En la jerga financiera, ‘chicharro’ es un término un tanto informal que se usa para referirse a las acciones con una pequeña capitalización bursátil. Estas son empresas que habitualmente tienen un valor inferior a los mil millones de euros. Ahora bien, no hay que confundir tamaño con rendimiento: aunque estas compañías son más pequeñas en comparación con sus contrapartes más grandes o blue chips, algunas pueden generar ganancias significativas para los inversores si experimentan crecimiento o éxito empresarial.

En cualquier caso, invertir en chicharros también puede ser algo arriesgado. Su menor capitalización significa que estas acciones pueden ser más volátiles e impredecibles. Por otra parte, debido a su menor volumen de negociación en comparación con las grandes empresas, estas acciones pueden ofrecer menos liquidez. Es decir, puede ser más difícil comprar o vender rápidamente estas acciones sin impactar su precio.

Ahora pasaré a describir lo qué comprenden las ‘Blue Chips’. Este es otro nombre común en Wall Street y hace referencia al concepto opuesto al chicharro. Las blue chips son las acciones de grandes corporaciones con una reputación establecida y solvente. Emplean a miles -si no decenas de miles- de personas a nivel mundial y generan veces billones anuales en ingresos.

Las compañías blue chip suelen tener una historia larga y sólida de desempeño estable e incluso creciente rendimiento financiero. Invertir en ellas se considera como apuesta segura gracias a su solidez financiera probada durante ciertos períodos turbulentos del mercado.

En contraste con los chicharros, las blue chips suelen tener una gran liquidez lo que facilita comprar o vender sus acciones sin afectar significantemente el precio del valor cotizado en el mercado.

A la hora de invertir, tanto los chicharros como las blue chips tienen ventajas y riesgos asociados dependiendo del perfil inversor,por lo que es fundamental analizar detalladamente cada opción.

Para finalizar -y dado esto-, aquí van algunos consejos clave:
1) Diversificación: Una cartera bien balanceada debería contar con ambos tipos – acción inestable pero potencialmente lucrativa (chicharro) y acción jugadora confiable (blue chip).
2) Investigación: Lleva tiempo familiarizarse contando con la realidad empresarial detrás cada uno.
3) Paciencia: La inversión requiere paciencia dado que somos testigos constantes subidas y bajadas.
4) Asesoramiento experto: Si aún tienes dudas acerca dónde poner tu dinero, podría ser útil buscar asesoramiento experto antes dar ese primer paso.

Recordemos siempre esta máxima vital dentro del ámbito bursátil: Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras,así echemos mano prudencia balanceándola siempre nuestra ambición económica llegado momento emprender esa emocionante aventura constituye comprar nuestra primera acción bolsa cabe esperar sea inicio trayectoria llena excelentes oportunidades aprendizaje constante crecimiento personal!

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