El beneficio subyacente es una métrica financiera que representa la rentabilidad relativa de una empresa, excluyendo los efectos especiales y no recurrentes. Se calcula eliminando elementos extraordinarios, como ganancias o pérdidas por venta de activos no estratégicos, de la ganancia neta total. De esta manera, el beneficio subyacente permite a analistas y inversores evaluar la salud financiera básica de una compañía sin tomar en cuenta fluctuaciones temporales.
El beneficio subyacente es una herramienta financiera que permite evaluar la rentabilidad de una empresa de manera más precisa. Este indicador calcula la ganancia neta total de una compañía, pero elimina aquellos elementos que no son recurrentes o extraordinarios, como pueden ser las ganancias o pérdidas por venta de activos no estratégicos. De esta forma, se obtiene un beneficio más transparente y confiable para analistas e inversores. En el siguiente listado, veremos la importancia del beneficio subyacente en la evaluación financiera de una empresa, comparándolo con el beneficio contable tradicional y explorando otros aspectos relevantes para su análisis.
La importancia del beneficio subyacente
El beneficio subyacente puede definirse como la ganancia neta que una empresa obtiene de su operación principal, excluyendo los ingresos o gastos extraordinarios y no recurrentes.
Su importancia radica en que es un indicador más preciso y confiable del rendimiento de una empresa a largo plazo, al proporcionar una visión más clara y realista de su verdadero potencial para generar ganancias.
Por ejemplo, si una empresa experimenta un aumento en sus ingresos debido a una venta no recurrente de activos, el beneficio neto resultante puede ser engañoso y no reflejar adecuadamente la salud financiera general de la empresa. En cambio, el beneficio subyacente permitiría analizar la rentabilidad real del negocio sin incluir elementos únicos o excepcionales.
El uso del beneficio subyacente también puede ayudar a eliminar las fluctuaciones estacionales o cíclicas en los resultados financieros. Al excluir los impactos temporales en los números reportados, se pueden obtener mediciones más precisas del verdadero rendimiento anual de la empresa.
Otro factor importante es que el beneficio subyacente es ampliamente utilizado por inversores y analistas financieros para evaluar el valor futuro y las perspectivas comerciales de una empresa. Al proporcionar información precisa sobre la capacidad de la compañía para mantener un crecimiento constante y sostenible, esta medida se convierte en un indicador clave para tomar decisiones informadas sobre inversiones empresariales.
Es decir, el beneficio subyacente juega un papel crucial para entender el desempeño financiero realista a largo plazo de una compañía,ayuda a prever futuros flujos de efectivo,se enfoca específicamente en el desempeño del negocio principal y ayuda a eliminar anomalías financieras excepcionales. Es un amplio indicador que no se puede ignorar en el análisis financiero de una empresa.
Comparativa: beneficio subyacente versus beneficio contable
Cuando una empresa presenta sus resultados financieros, es común que se hable tanto del beneficio subyacente como del beneficio contable. Ambos términos referidos al mismo concepto,la rentabilidad de la empresa, pero hay que tener en cuenta que cada uno utiliza una metodología diferente para calcularla. En este apartado, vamos a profundizar en la comparativa entre ambos y cómo afectan a los inversores.
El beneficio subyacente es una medida más ajustada de la rentabilidad de la empresa. Se calcula excluyendo ciertos elementos no recurrentes, como los impuestos extraordinarios o las ganancias o pérdidas que se han obtenido gracias a alguna decisión puntual de negocio. El objetivo es eliminar cualquier distorsión que pueda influir en el resultado final y obtener así un resultado más preciso sobre el rendimiento real de la compañía.
Por otro lado, el beneficio contable se fundamenta en los principios contables establecidos por las normas internacionales (NIIF) y los organismos reguladores. Incluye todos los ingresos y gastos derivados de las operaciones diarias de la empresa, sin computar ajustes adicionales o excepcionales que puedan sesgarlo.
A primera vista puede parecer que esta diferencia sea mínima, pero lo cierto es que existen importantes implicaciones para los inversores. El beneficio subyacente suele ser un mejor indicador sobre el desempeño futuro de una compañía. Esto, debido a que elimina eventuales ruidos en las cifras determinadas por factores externos.
En cambio, el beneficio contable suele estar más relacionado con aspectos fiscales y legales y permite a las empresas utilizar ciertas tácticas para manejar sus números e influir positivamente en los resultados que muestran. Un ejemplo son ciertos gastos no recurrentes, como la reestructuración o los costes asociados a fusiones y adquisiciones, que pueden ser omitidos en la definición de beneficio contable.
Para los inversores, es fundamental conocer ambos términos y saber que hay una diferencia entre ellos. Los resultados contables son importantes a corto plazo, pero el beneficio subyacente facilita una visión más amplia para mejorar las decisiones de inversión a largo plazo.
En resumen, el beneficio subyacente y el beneficio contable refieren al mismo concepto pero se calculan de forma diferente. El beneficio subyacente es más ajustado y elimina elementos no recurrientes para establecer una medida más precisa del rendimiento real de la empresa. Mientras tanto, el beneficio contable se hace siguiendo las normas establecidas por los reguladores, sin exclusiones ni excepciones. Ambos tienen implicaciones diferentes para los inversores a la hora de tomar sus decisiones de inversión con una vista a largo plazo.
Explorando otros aspectos del beneficio subyacente
Más allá del beneficio neto, existe lo que se conoce como el beneficio subyacente. Este término hace referencia a la medida del rendimiento de una empresa que excluye factores no recurrentes, como las ganancias o pérdidas extraordinarias, para tener una visión más precisa y justa del desempeño financiero de la compañía.
El beneficio subyacente se enfoca en los ingresos y gastos operativos, así como en los costos fijos y variables. Esto posibilita tener una mejor comprensión de la capacidad real de la empresa para generar beneficios a largo plazo sin depender de circunstancias excepcionales.
Por ejemplo, una ganancia extraordinaria proveniente de la venta de activos no se incluiría en el cálculo del beneficio subyacente debido a que este tipo de ganancia no es parte del negocio principal. Asimismo, los costos no recurrentes, como un gasto legal importante debido a un litigio importante o la reestructuración empresarial, tampoco forman parte del beneficio subyacente.
Al analizar el beneficio subyacente, los inversores pueden tomar decisiones más informadas al momento de invertir en una compañía. En lugar de centrarse solo en el beneficio neto annymatorio considerar factores externos e impredecibles que influyen en sus resultados financieros.
Por otra parte, las empresas que destacan por su consistencia en obtener buenos resultadossubyardnre puediebeneficiontener lareconocidaprestacionesa medidadosseramenostradaenelbolsaxdetrabajo o pagar dividendosasusaccionistas
En conclusión, el análisis del beneficio subyacente puede ser realmente útil al considerar invertir en una compañía. Ya que brinda una visión más clara y realista del desempeño financiero de la empresa. Al centrarse en las ganancias y gastos recurrentes del negocio, se obtiene una perspectiva más precisa de la capacidad de la empresa para generar beneficios a largo plazo.