Activos alternativos son aquellos activos financieros no tradicionales que se compran y venden fuera de los mercados regulados. Estos pueden incluir desde inversiones en arte o bienes raíces, hasta productos estructurados como derivados. Estas clases de activos tienen el potencial de generar rendimiento adicional y diversificar una cartera.
En esta era de la inversión, hay una variedad de opciones disponibles para los inversores. Los activos alternativos son cada vez más populares entre aquellos que buscan diversificar su cartera y obtener un rendimiento adicional.
Estas clases de activos financieros no tradicionales se compran y venden fuera de los mercados regulados con el objetivo de proporcionar a los inversores una mayor rentabilidad potencial.
A lo largo de este artículo, explicaremos las características comunes y diferentes tipos de activos alternativos, para ayudarle a tomar decisiones informadas acerca de sus inversiones.
Características comunes de los activos alternativos
Los activos alternativos son una forma de inversión única que ofrece muchas ventajas, como la diversificación, la flexibilidad y la oportunidad de generar retornos a largo plazo. Estos activos tienen características comunes que los distinguen de los activos tradicionales.
Uno de los principales atractivos de los activos alternativos es su naturaleza no correlacionada con mercados tradicionales. Lo que significa que el rendimiento de un activo alternativo no se ve afectado por las fluctuaciones en el precio del mercado estándar. Esta característica hace que los inversores puedan diversificar sus carteras y protegerse contra cambios en el entorno económico.
Adicionalmente, muchos activos alternativos dan rentabilidades más altas que otros tipos de inversiones debido a sus niveles más altos de riesgo. Lo que indica que hay una mayor oportunidad para obtener rendimientos mayores con estas inversiones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que están asociadas con mayores riesgos financieros.
Otra característica clave es la flexibilidad para negociar estas inversiones diferentes a lo largo del tiempo. Los inversores pueden comprar y vender fácilmente sus posiciones en respuesta a cambios en el entorno económico o financiero sin tener que preocuparse por restricciones comerciales comunes encontradas en otros tipos de activos financieros.
Finalmente, algunas formas de inversiones alternativas dan beneficios fiscales adicionales para aquellas personas con ingresos altamente imponibles, lo que les permite ahorrar dinero al final del año fiscal. Por ejemplo, muchas personas optan por realizar transacciones con bonificación fiscal y ganancias exentas para reducir su carga fiscal total anualmente.
Tipos de activos alternativos
Los activos alternativos son aquellos que no se pueden encontrar en el mercado de valores tradicional, tales como acciones, bonos y fondos mutuos. Esta clase de activos ofrece una oportunidad para diversificar la cartera de inversión. Existen muchas opciones diferentes de activos alternativos disponibles para los inversores. Algunas de las principales categorías incluyen:
- Activos privados. Esta clase incluye todos los activos no cotizados en bolsa, como propiedades en desarrollo, intereses minoritarios en empresas privadas y préstamos directamente a empresas o particulares. Los inversores individuales generalmente tendrán que buscar el asesoramiento profesional para adquirir este tipo de activo.
- Arte y otros activos. Esta categoría de activos abarca artículos comercializables tales como arte, coleccionables y vinos finos entre otros. Estas inversiones pueden ser un gran complemento al perfil general del inversionista, pero también conllevan riesgos considerables debido a su naturaleza ilimitada e impredecible.
- Activos estructurados. Esta es una categoría relativamente nueva que incluye instrumentos financieramente estructurados tales como futuros sobre índices bursátiles, instrumentación derivada y productos estructurados.