La «Curva J» es un concepto económico que describe el efecto temporal de una devaluación en la balanza comercial de un país. Inicialmente, tras la devaluación, se produce un deterioro del saldo comercial al aumentar el precio de las importaciones y mantener constantes las exportaciones (forma descendente de la J). Con el tiempo, esto incentiva una mayor producción nacional y menos importaciones, mejorando la balanza comercial (parte ascendente de la J).
En el fascinante mundo de la economía, existen conceptos e ideas que pueden parecer complejas a primera vista, pero que en realidad son visiones simplificadas y esenciales de cómo fluye el dinero entre naciones. Uno de estos conceptos es la ‘Curva J’, una teoría económica que ilustra el efecto a corto y largo plazo de una depreciación monetaria en la balanza comercial de un país.
En términos más simples, cuando un país decide hacer menos valiosa su moneda, ¿qué sucede? De buenas a primeras tenemos un bache en el camino: ahora nos cuesta más traer productos del exterior y sin embargo nuestras ventas al exterior se mantienen igual. Esta subida en los costes parece indicar que nuestra economía está empeorando,este escenario no parece muy halagüeño. Pero espera… esa es solamente una parte del viaje representada por esa primera caída pronunciada en la grafica J.
Sin embargo, con paciencia y estrategia correcta, las cosas pueden cambiar para mejor. El hecho de tener que pagar más por importar productos genera un movimiento interno interesante: los bienes «hechos en casa» empiezan a ser más competitivos – resultan mas baratos comparados con los extranjeros – lo cual promueve eventualmente una mayor producción dentro del país y disminuye la dependencia económica externa. Esta es la famosa subida tardía pero segura hacia lo alto, completando así nuestra ‘curva J’.
A través del presente artículo «La Curva J y la condición Marshall Lerner (ML): Consideraciones generales», buscaremos profundizar aún más sobre este fenómeno económico vital para entender las dinámicas comerciales globales.
La curva J y la condición Marshall Lerner (ML)
El concepto de la curva J describe cómo fluctúa el equilibrio comercial tras un cambio en las tasas de cambio. En términos simples, si una moneda se deprecia, al principio puede causar un déficit comercial mayor,sin embargo, a largo plazo, se espera que el déficit disminuya y finalmente genere un superávit. Como su nombre lo indica, este fenómeno toma la forma de una “J” en un gráfico.
Para entender esto mejor, dividamos la explicación en tres partes: antes de la depreciación, justo después y a largo plazo.
- Antes de la depreciación. Asumamos que todo está en equilibrio con exportaciones e importaciones igualadas. No hay ni superávit ni déficit comercial.
- Justo después de la depreciación. Tras una abrupta caída del valor de la moneda local, los productos importados se vuelven más caros para los consumidores locales,al mismo tiempo, las exportaciones no aumentan inmediatamente debido a los contratos existentes y al tiempo requerido para ajustar las cadenas de suministro a condiciones nuevas o cambiantes. Este retraso genera un déficit adicional en el comercio.
- A largo plazo. Con el tiempo, dado que los productos locales son ahora más baratos para los mercados internacionales y las importaciones siguen siendo caras para el mercado interno, las exportaciones tenderán a incrementarse mientras que las importaciones disminuirán. Esto tiende a reducir el déficit hasta convertirlo finalmente en superávit.
En medio del panorama bosquejado por la curva J radica un supuesto crucial conocido como condición Marshall Lerner (ML). Esencialmente establece que si queremos observar resultados positivos de una depreciación monetaria -es decir pasar del punto más bajo de nuestra ‘J’ hacia el brazo ascendente- es primordial que la suma de las elasticidades precio respectivas tanto foráneas como nacionales sea superior a uno.
La elasticidad precio representa simplemente cuánto responden demanda y oferta frente a cambios en precios. Para aplicarlo al escenario internacional presentado arriba: si nuestra moneda se desploma y los compradores extranjeros responden masivamente comprando nuestros bienes (alta elasticidad), entonces registraremos creciente actividad exportadora que podría propiciar finalmente un superávit comercial.
Por tanto, es crucial destacar que tanto el efecto curva J como cómo opera depende fuertemente de estas reacciones frente precios – capturadas por nuestras elasticidades- tanto interno como externamente.
Sin duda alguna es vital comprender estos conceptos para anticipar posibles consecuencias derivada además poder deliberar sobre acciones monetarias o políticas comerciales eficaces.
Consideraciones generales
La curva J es un término que se usa en economía para describir una circunstancia común en el mundo financiero. No obstante, antes de profundizar sobre los detalles, discutamos primero algunas consideraciones generales vitales para comprender la aplicación real de este concepto.
Para empezar, recordemos que la curva J toma su nombre de su forma. Específicamente, es una gráfica con un eje vertical y uno horizontal donde el punto inicial muestra una caída seguida de un fuerte repunte ascendente que forma esta famosa figura. Nos habla del rendimiento de las inversiones a lo largo del tiempo y es especialmente crucial en las decisiones económicas que tienen potencial para influir negativamente en los resultados inmediatos pero prometen ganancias a largo plazo.
Uno de los contextos más comunes donde se emplea la curva J es en el ámbito del comercio internacional y las políticas monetarias. Su uso surge particularmente al implementar medidas sustanciales como las devaluaciones monetarias. Inicialmente, estos cambios pueden llevar a un agravamiento temporal del déficit comercial. No obstante, si todo va según lo planeado, eventualmente conducirán a una mejoría significativa.
De igual manera, es vital no interpretar la curva J como una garantía absoluta,no todas las inversiones o políticas acabarán siguiendo este patrón y prevalecer frente a los escollos iniciales dependerá también de factores externos e internos a la economía.
En base a esto, cuando se menciona la curva J podemos identificar tres fases importantes:
- El Descenso. Corresponde al período inicial tras realizarse alguna inversión o cambio importante en políticas económicas. Puede traer pérdidas temporales.
- La Recuperación. Representa ese período crucial donde se desvanecen las dificultades iniciales y los beneficios empiezan a surgir.
- El Ascenso. Este es el punto donde se superan completamente las desventajas iniciales y empezamos a ver ganancias sólidas.
En conclusión, entender cómo funciona la curva J comprende conocer todas estas consideraciones generales mencionadas anteriormente– contemplando siempre tanto su gran potencial como sus riesgos asociados en nuestras decisiones económicas financieras desde una perspectiva holística pero realista.