El cuasidinero es un tipo de activo financiero altamente líquido, no es dinero en sí mismo, pero puede convertirse rápidamente en efectivo sin perder valor significativo. Ejemplos comunes son los depósitos a plazo, cuentas de ahorro y fondos del mercado monetario. No se pueden usar directamente para transacciones, pero su fácil conversión los hace casi equivalentes al dinero.
Adentrarse en el reino de las finanzas puede parecer una odisea en sí misma. Las complicadas terminologías y conceptos pueden convertirse rápidamente en un tormento para los novatos, pero es necesario entenderlos para poder navegar con éxito por estas aguas turbulentas. Hoy, despejaremos la niebla que rodea a uno de estos términos: el cuasidinero.
Aunque su nombre pueda intimidar, el cuasidinero no es más que un activo financiero sumamente líquido que puede transformarse fácil y rápidamente en efectivo, sin tener pérdidas significativas en su valor. No se trata por tanto de dinero per se, sino más bien de una especie de transformista financiero listo para convertirse en efectivo cuando sea necesario.
Este actor versátil asume varios roles,desde depósitos a plazo y cuentas de ahorro hasta fondos del mercado monetario. Pese a no ser apto para transacciones directas como lo haría una moneda común y corriente, su capacidad para evolucionar sin dificultades hacia ese formato lo eleva prácticamente al estatus monetario.
En la próxima serie de apartados vamos a profundizar aún más sobre este concepto estudiando sus distintos ejemplos y la forma como ellos interactúan dentro del sistema financiero. Naveguemos juntos por el fascinante mundo del cuasidinero.
Ejemplos de cuasidinero
Dentro del ámbito financiero y económico, el cuasidinero es un término fundamental que se refiere a aquellos activos líquidos altamente transformables en dinero. Aunque no son considerados dinero per se, estos pueden ser convertidos fácilmente y sin pérdida significativa de su valor. En este apartado haremos un recorrido por algunos ejemplos destacados de cuasidinero para entender mejor este concepto.
Primero podríamos hablar de los depósitos a plazo fijo. Este tipo de instrumento financiero tiene una fecha concreta de vencimiento y no puede retirarse hasta dicha fecha, o bien podría incurrir en penalizaciones si se hace antes del tiempo estipulado. Aunque no permiten una disponibilidad inmediata, son considerados cuasidinero debido a su alta capacidad para ser convertidos en efectivo.
En la misma línea encontramos los certificados de depósito (CD). Estos representan un depósito en un banco durante un período determinado con una tasa de interés garantizada. Al igual que con los depósitos a plazo fijo, los certificados de depósito pueden convertirse fácilmente en efectivo una vez concluido el plazo previsto.
Es indispensable mencionar las letras del tesoro como otro ejemplo clásico de cuasidinero. Se trata de títulos emitidos por el gobierno con el fin de financiarse, es decir, son mecanismos para endeudamiento público. Su elevada liquidez y bajo riesgo hacen que sean muy parecidas al dinero a pesar de que no lo son.
Las acciones también pueden ser vistas como cuasidinero debido a su capacidad para comercializarse rápidamente en mercados secundarios muy activos como la Bolsa. Sin embargo, cabe mencionar que las acciones poseen un grado mayor de riesgo comparadas con los demás ejemplos mencionados dado el potencial impacto volátil de los mercados financieros sobre su valor.
Finalmente vale resaltar las cuentas corrientes sin cheques como otro caso frecuente de cuasidinero: si bien estas cuentas ofrecen menos liquidez pues usualmente tienen restricciones respecto al número y volumen mensual de transacciones permitidas sin cargos adicionales o tienen requerimientos mínimos del balanza a mantener,al final funcionan como medios muy cercanos al dinero por estar disponibles casi inmediatamente y riesgos bajos frente otras inversiones más complejas o especulativas.
De este modo podemos ver cómo existen múltiples formas e instrumentos financieros que sirven como representación o sustitución cercana del dinero real gracias a sus características particulares: poder pagar algo, transferir fondos, ahorrar en ellos y convertirlos casi instantánea o rápidamente (según sea cada caso) resultan ser cualidades primordiales presentes en toda forma posible e imaginable del “cuasi”-dinero.