La comisión por descubierto es una penalización que cobra el banco cuando se retira más dinero de la cuenta corriente del que está disponible, es decir, cuando la cuenta entra en «números rojos». Es un porcentaje del monto descubierto y puede incluir un cargo mínimo fijo.
En ocasiones, el manejo de nuestras finanzas personales puede llevarnos a enfrentar situaciones económicas complejas como ingresar en los temidos «números rojos». Esta expresión se usa cuando retiramos más dinero del disponible en nuestra cuenta corriente dándole a esta un saldo negativo. ¿Y qué ocurre entonces? Los bancos nos imponen una sanción conocida como comisión por descubierto, que no es otra cosa que un cargo extra que deberemos asumir por haber sobrepasado nuestro balance. Dicha comisión no es fija sino que se calcula en base a un porcentaje del monto descubierto, aunque suele llevar asociado un coste mínimo.
Para entender mejor qué significa y cómo puede afectar a nuestra economía diaria esta penalización, abordaremos su problemática desde dos ángulos: Hablaremos sobre las características más notables de una comisión por descubierto y cómo esta irrumpe en la cotidianidad financiera. El objetivo final es dotarte de herramientas y conocimientos para que puedas manejar tu economía personal con mayor eficiencia y seguridad.
Características destacadas de una comisión por descubierto
Una comisión por descubierto es una cantidad de dinero que se le cobra a un cliente cuando su cuenta bancaria pasa a tener saldo negativo. Este concepto puede parecer sencillo, pero tiene unas características clave que debemos considerar y conocer en profundidad.
Principalmente, la comisión por descubierto se activa cuando una persona retira más dinero del disponible en su cuenta corriente o de ahorros. A esta diferencia entre lo debido al banco y el saldo real, se le conoce también como «números rojos» o descubierto.
Destacan tres aspectos importantes acerca de las comisiones por descubierto:
- Coste adicional. Cuando tu cuenta entra en saldo negativo, no solo tienes la obligación de devolver esa cantidad a tu entidad bancaria, sino que también debes asumir los costes asociados al descubierto. Es decir, estás pagando una tasa extra al banco por haberte prestado ese dinero excedente.
- Tasas variables. Las tarifas cobradas dependen directamente de cada entidad bancaria y pueden variar bastante según los términos acordados en tu contrato inicial. Algunos bancos establecen estas tasas como un porcentaje fijo del monto adeudado mientras que otras lo hacen asociándolo a una cuota fija.
- Impacto crediticio. El uso continuo del descubierto puede dañar ligeramente tu historial crediticio. Bancos e instituciones financieras ven este comportamiento como un riesgo potencial ya que indica dificultades para administrar tus propios recursos económicos.
Asimismo, cabe mencionar algunos factores adicionales respecto a las comisiones por descubierto:
- Notificación. Es requisito legal que el banco te informe antes de cobrarte cualquier comisión fuera del acuerdo inicial.
- Límite de cargo. Algunas leyes locales o nacionales ponen límites máximos a los cargos por sobregiros para proteger a los consumidores de pagar altas tarifas.
A modo de resumen, aunque la posibilidad de caer en descubierto y la consiguiente tasa pueden ser útiles durante momentos apurosos,es crucial entender las condiciones bajo las cuales esto ocurre para evitar sorpresivas penalizaciones financieras.
En última instancia, la mejor gestión financiera implica evitar estos escenarios mediante buen control presupuestario y hábitos saludables de gasto e inversión.
La comisión por descubierto en el día a día
Comenzando con una breve revisión, la comisión por descubierto se aplica cuando un individuo o negocio extrae más dinero de su cuenta bancaria del que realmente tiene. Imagina que estás ordeñando una vaca y después de un tiempo notas que la leche ha dejado de fluir porque ya no queda nada más para tomar. Asimismo, al gastar más allá del saldo disponible en tu cuenta, entras al territorio del descubierto.
Ahora bien, en nuestro día a día, este concepto adquiere una importancia significativa dada nuestra creciente dependencia de las transacciones digitales. Desde las compras cotidianas hasta los pagos recurrentes, como las facturas del hogar o los cargos por suscripción, todo se paga ahora utilizando nuestra cuenta bancaria. Además, es bastante común hacer uso de una tarjeta vinculada a nuestra cuenta para realizar dichas operaciones.
Aquí es donde entra la comisión por descubierto.
Supongamos que has realizado una compra en línea o has decidido darte un capricho en tu tienda favorita. Cuando el banco procesa el cargo y encuentra insuficientes fondos disponibles en tu cuenta, automáticamente te coloca en «descubierto». Posteriormente te cobrarán una comisión por haber excedido el límite.
Esto puede pasar también con autopagos configurados. Por ejemplo, tienes configurado el pago automático para tus facturas mensuales. Si la fecha llega y no hay suficiente saldo en tu cuenta para cubrirlo, estarías incurriendo nuevamente en un descubierto.
Es importante entender que estas comisiones pueden sumarse rápidamente e impactar negativamente tus finanzas personales. Algunos bancos tienen políticas específicas acerca de cuánto cobran y qué cantidad toleran antes de imponer una comisión por descubierto. No obstante, cada vez que incurres en uno pagando más allá del crédito disponible o saldo neto de tu cuenta bancaria generas gastos adicionales.
En términos sencillos:
1- Por cada transacción realizada sin suficientes fondos.
2- Podría haber cargos diarios hasta que reembolses la cantidad adeudada.
3- Existencia potencial de tasas máximas acumulativas hasta cierto punto.
4- En algunos casos severos podría hasta afectar tu puntaje crediticio.
Para evitar estas situaciones desafortunadas es recomendable mantener un seguimiento regular y preciso de nuestros saldos bancarios y estar conscientes sobre nuestras obligaciones financieras recurrentes (como pagos mensuales) para evitar incurrir inadvertidamente en esta situación indeseable llamada ‘descubierto’.