Cobertura cambiaria

La cobertura cambiaria es una estrategia financiera que permite a las entidades reducir o mitigar el riesgo asociado con las fluctuaciones de los tipos de cambio. Útil particularmente en negocios internacionales, se realizan operaciones financieras (como contratos a futuro, opciones o swaps) para compensar posibles pérdidas causadas por la volatilidad del mercado de divisas.

Adentrarse en el mercado global puede representar para las empresas oportunidades significativas de crecimiento y expansión. No obstante, el constante movimiento del mercado de divisas puede suponer un desafío importante debido a los riesgos asociados a las fluctuaciones en los tipos de cambio. Aquí es donde entra en juego la cobertura cambiaria, una táctica financiera que actúa como escudo protector contra estos vaivenes impredecibles del mercado de divisas. En esta publicación profundizaremos sobre su naturaleza y funcionamiento, dando paso a la explicación de diversas herramientas que facilitan su ejecución y compartiendo ejemplos que ilustrarán cómo se aplica esta estrategia, contribuyendo a una gestión más segura y eficaz del negocio internacional.

Herramientas de la cobertura cambiaria

La cobertura cambiaria es un término financiero que se refiere a la gestión planificada de los riesgos asociados con las fluctuaciones en los tipos de cambio. Para manejar estos riesgos, las empresas y los inversores disponen de varias herramientas o estrategias. Y ahora, se presenta una selección de estas herramientas.

  • Contratos a plazo (forwards). Estos son acuerdos personalizados entre dos partes para comprar o vender una cantidad específica de una moneda a un tipo de cambio preestablecido en una fecha futura. La finalidad principal del contrato forward es bloquear el tipo de cambio para evitar posibles pérdidas debido a las fluctuaciones en el valor futuro de la moneda.
  • Opciones de divisas. Una opción otorga al titular el derecho, pero no la obligación, a comprar o vender divisa a un precio determinado hasta una fecha específica. Hay dos tipos básicos: las opciones call (que otorgan el derecho a comprar) y las opciones put (que otorgan el derecho a vender). Podría pagar una prima para adquirir tal derecho.
  • Futuros. Similares a los contratos forward pero estandarizados y negociados en bolsa. Los contratos futuros especifican la cantidad, la calidad, y el momento del intercambio de divisas.
  • Estuches o swaps de divisas. Este instrumento permite intercambiar principal e intereses en una moneda por lo mismo en otra moneda.
  • Cuentas en diversas monedas. Mantener cuentas bancarias en diferentes divisas es otra forma comúnmente utilizada para gestionar el riesgo cambiario, ya sea para fines comerciales o como protección frente al riesgo cambiario.
  • Agregar un margen al presupuesto del tipo de cambio. Si tu empresa ha presupuestado un elemento determinado usando unas estimaciones precautorias del coste basadas en un cierto tipo de cambio, te puedes librar parcialmente del impacto negativo que puede suponer la variación adversa del tipo
  • Empresas internacionales fabricantes off-shore-subcontratación- emplean sus operaciones geográficas distribuidas como una forma natural-herramienta—de-cobertura—contra—a

Al seleccionar qué herramienta utilizar para gestionar su exposición al riesgo cambiario, debe considerarse varios aspectos, como ser costos potenciales asociados con cada herramienta (como la prima pagada por opciones), efecto fiscal y regulador así como complejidad administrativa disponible entre otras cosas.
Además no hay que olvidar tener siempre presente que ninguna estrategia será perfecta, quisquam siempre habrá imprevisibilidad inherente con respecto al comportamiento futuro reuniones divisa
Para finalizar,
la elección adecuada depende totalmente del contexto específico,Las entidades económicas pueden necesitar mantener negociaciones financierasees más sofisticadas si desean cubrirse eficazmente contra las fluctuaciones inesperadas del tipo sabías cambióia

Ejemplo de cobertura cambiaria

En un mundo económico cada vez más interconectado y globalizado, la cobertura cambiaria se ha convertido en una práctica común. Permítanme ilustrar esto con un ejemplo sencillo pero ilustrativo de cómo funciona la cobertura cambiaria.

Imaginemos que somos una empresa de exportación española que vende vino a Estados Unidos. Tenemos un acuerdo de venta por 1 millón de dólares que se pagará dentro de tres meses. Aceptamos el trato con gusto, pero hay un problema: no sabemos cuánto valdrá el dólar frente al euro dentro de tres meses.

Supongamos que hoy, el tipo de cambio es de 1 dólar = 0,9 euros. Por ende, esperamos recibir 900.000 euros al final del plazo acordado. Pero la economía es caprichosa y el tipo de cambio puede variar impredeciblemente en esos tres meses.

Ahora bien, si nuestro proveedor estadounidense no paga hasta dentro de tres meses y durante ese tiempo el valor del dólar cae a 0,8 euros, entonces solo recibiremos 800.000 euros por nuestro vino vendido a precio original en términos de euros reales obtenidos.

Aquí es donde entra en juego la cobertura cambiaria para protegernos contra estos riesgos potenciales. No sabemos qué sucederá exactamente con la divisa extranjera (USD) frente a nuestra moneda local (EUR), pero podemos cubrirnos utilizando contratos forward o futuros.

Los contratos Forward nos permiten acordar hoy un tipo de cambio fijo para transacciones futuras en una fecha específica. En este caso, podríamos cerrar hoy mismo un contrato forward para cambiar 1 millón de USD a EUR al tipo actual (0,9) dentro exactamente tres meses cuando nos pague nuestro cliente estadounidense.

Al hacer esto garantizamos los 900 mil euros esperados independientemente del comportamiento real del mercado monetario internacional durante los próximos tres meses ya que hemos bloqueado una tasa específica para nuestra transacción futura.

Este ejemplo muestra cuán relevante puede ser la cobertura cambiaria al reducirnos riesgos innecesarios asociados con las fluctuaciones inesperadas del mercado forex y darnos certeza financiera para oportunidades comerciales globales.

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