El chartalismo es una teoría económica que considera que el dinero es una creación del estado y su valor proviene primordialmente de su estatus como medio legal de intercambio. Subraya la capacidad del estado, como emisor soberano de su moneda, para gastar en exceso de los impuestos recaudados, favoreciendo un empleo pleno y un control inflacionario.
La economía, ese mar infalible e infinito en conceptos y teorías, nos lleva hoy a explorar los meandros del Chartalismo. En palabras llanas y sencillas, el Chartalismo alude a la creación del dinero por parte del estado, presentándose este último como un artífice soberano capaz de arrojar luz sobre el oscilante universo económico. Frente a la idea de que el valor de la moneda se sostiene por los impuestos recolectados, el chartalismo enfatiza la facultad gobernamental para gastar más allá de lo recaudado en impuestos. Al otorgarle al Estado tal protagonismo, esta lúcida teoría plasma un contundente golpe en apoyo al empleo pleno y control inflacionario.
Acompáñennos en este fascinante viaje donde desentrañaremos el origen del Chartalismo para luego adentrarnos en sus ideas centrales. Comprendiendo estas bases semánticas podremos analizar las posibles consecuencias y nuevas visiones propuestas desde esta interesante perspectiva económica. Así, sin más dilaciones adentrémonos juntos en la profundidad conceptual que ofrece El Chartalismo: una visión soberana de nuestra economía.
¿Cómo surgió el chartalismo?
El chartalismo surgió como un intento de explicación del valor del dinero. Centrándonos en sus orígenes, es relevante destacar tres aspectos principales: el contexto socioeconómico de su surgimiento, los propulsores clave de esta teoría y las bases conceptuales sobre las que se estructura.
En primer lugar, nos encontramos a finales del siglo XIX y principios del XX. Este fue un periodo de cambios trascendentales que revolucionaron la economía mundial. La Revolución Industrial había iniciado una evolución sin precedentes en los métodos productivos y las formas comerciales. De la misma manera, el patrón oro, que vinculaba el valor del dinero a reservas reales de este metal precioso, comenzaba a causar tensiones económicas internacionales.
En este marco de incertidumbre e innovación también se estaban gestando nuevas maneras de entender y estudiar la economía. Uno de estos nuevos enfoques es precisamente el chartalismo.
Los portavoces iniciales del chartalismo fueron eminentes economistas e intelectuales. Entre ellos, destaca la figura alemana Georg Friedrich Knapp, considerado el padre fundador del chartalismo. En 1905 publicó su obra «The State Theory of Money», donde expuso las bases primordiales del pensamiento chartalista.» El texto generó un fuerte debate académico que permitió refinamiento y expansión de sus ideas.
El tercer punto central para entender cómo surgió la teoría chartalista son los conceptos en los que está basado esta teoría:
1) La noción central para Knapp era que el valor del dinero depende fundamentalmente no por lo que está respaldado (como oro o plata), sino por su aceptación universal en una sociedad bajo acuerdos estatales.
2) Por tanto, según Knapp apuntaba, las monedas son simplemente fichas o símbolos sobre cuyo valor decide finalmente el Estado.
3) Los estados pueden crear u ordenar la creación de dinero y determinar su valor oficial.
4) Finalmente estos estados garantizan dicho poder ya que todos debemos pagar impuestos con ese medio acordado legalmente.
Es decir, podemos decir que el chartalismo surgió de cuestionamientos al orden económico existente hacia fines del siglo XIX e inicios del XX,fue planteada por pensadores críticos como Georg Friedrich Knapp,y está basado en concepciones modernas sobre el funcionamiento real monetario y fiscal estatal. Su influencia ha persistido hasta nuestros días proporcionando argumentos sustanciales para aquellos quienes defienden políticas monetarias alternativas a las convencionales.
Principales ideas del chartalismo
El chartalismo representa una corriente de pensamiento económico que considera el dinero como una criatura del Estado. Aquí se enfocan algunas de sus ideas principales.
Primero, es necesario entender que para los chartalistas, el valor del dinero no está respaldado por la acumulación de bienes o metales preciosos, como en teorías anteriormente populares. En cambio, sostienen que el valor del dinero depende en gran medida del poder y la autoridad del gobierno que lo emite.
La principal arma del Estado para mantener este sistema en funcionamiento es la capacidad para cobrar impuestos. Los impuestos le permiten al Estado dar valor a su propia moneda. Ya que exige su pago en esa moneda específica. Así, la gente está incentivada a usar y aceptar ese tipo de dinero sabiendo que puede servirles para cubrir sus obligaciones fiscales.
Para los chartalistas, la demanda de dinero está motivada principalmente por esta necesidad de pagar impuestos. Cualquier otro uso del dinero -como medio de intercambio o depósito de valor- surge secundariamente a esa necesidad primordial.
En contraposición con otras escuelas económicas más ortodoxas, los chartalistas argumentan que el gasto gubernamental no tiene por qué estar necesariamente limitado por sus ingresos fiscales. Afirman que el gobierno siempre puede crear más dinero cuando sea necesario para cubrir sus gastos.
Este punto conduce a otra idea central: los déficits presupuestarios no son automáticamente malos. Según los defensores del chartalismo, un déficit puede ser incluso útil durante una recesión económica si ayuda a aumentar la demanda agregada y estimular la economía.
Otra idea importante es que el desempleo se ve como resultado directo de la falta de gasto gubernamental suficiente. Los chartalistas sugieren que si un gobierno necesita trabajar pero no brinda suficientes recursos financieros para realizar estas tareas, resultará en desempleo.
Estas son solo algunas características básicas asociadas con las ideas principales centrales al pensamiento chartalista. No obstante, vale acotar también mejorar algo marcado: Aunque las ideas vinculadas al chartalismo pueden parecer radicales o incluso heréticas desde ciertas perspectivas convencionales sobre política monetaria y fiscal,estas han ido ganando reconocimiento y discusión durante crisis económicas recientes.
Consecuencias y nuevas visiones
El chartalismo ha dado lugar a numerosas e importantes consecuencias en el mundo de las finanzas. Una de las principales que podemos identificar es su influencia en la regulación monetaria por parte del estado. En otras palabras, el chartalismo sostiene que los gobiernos pueden controlar la economía a través de la gestión del dinero. Esta capacidad de manejar activamente la oferta y demanda monetaria puede, por ejemplo, ser utilizada para combatir la inflación o estimular el crecimiento económico.
Por otro lado, tiene un efecto directo sobre la percepción del déficit público. Los defensores del chartalismo argumentan que un país no puede ir a la bancarrota si posee una moneda soberana, pues siempre tiene la capacidad de crear más dinero para liquidar sus obligaciones. De hecho, algunos teóricos argumentan que ciertos niveles de déficit son útiles y necesarios para promover una economía saludable.
El chartalismo también invita a un replanteamiento sobre cómo concebimos el concepto de impuestos. Según esta teoría, los impuestos no se recogen con el objetivo principal de financiar los gastos gubernamentales,sino más bien como una herramienta para regular el consumo y mantener estable el valor del dinero.
En cuanto a las nuevas visiones y aproximaciones al chartalismo, cabe destacar:
1) Teorías Monetarias Modernas (MMT): Esta corriente toma prestados muchos principios del chartalismo y propone un nuevo marco para entender cómo funcionan nuestras economías modernas. Los defensores del MMT ven un papel activo para los gobiernos en términos de política fiscal y monetaria.
2) Postura crítica hacia las agencias calificadoras: Dado que bajo una concepción chartalista no existe riesgo real de impago por parte de países con moneda soberana, surgen cuestionamientos sobre la relevancia y papel actual de las agencias calificadoras.
3) Creciente importancia de los bancos centrales: Los bancos centrales han adquirido más relevancia ya que jugadores clave en estas políticas gubernamentales activas,es decir, como agentes encargados regularmente de controlar aspectos tan fundamentales como emisión monetaria o tasas interes.
4) Reevaluación global frente al endeudamiento: La noción tradicional sobre endeudamiento cambia radicalmente desde una perspectiva chartalista. Planteando así una mayor flexibilidad ante políticas fiscales expansivas basadas en aumento endeudamiento si son orientadas hacia inversión productiva o desarrollo social.
El chartalismo ha planteado nuevos paradigmas económicos que todavía están siendo entendidos, discutidos e incluso implementados. Es evidente su impacto e influencia en muchas decisiones contemporáneas respecto al manejo fiscal y financiero tanto a nivel nacional como global.