Un centro de costos es un departamento o subdivisión dentro de una empresa que incurre en costos, pero no genera ingresos directamente. Su objetivo principal es controlar, registrar y reducir los gastos para maximizar la eficiencia del negocio. Los responsables tienen autoridad sobre los costos, pero no sobre los ingresos ni las decisiones de inversión.
En el apasionante laberinto que constituyen las finanzas de una empresa, nos topamos con elementos fundamentales para el correcto manejo y evaluación de los recursos económicos. Dentro de este complejo mecanismo destaca una pieza esencial conocida como ‘Centro de Costos’. De manera sencilla, podemos definir un centro de costos como esa parte o sector dentro del engranaje empresarial que produce gastos pero no contribuye directamente a los ingresos. ¿Nos parecería lógico que un sector genere gastos sin aportar beneficios? La respuesta sería negativa si no entendemos la importancia clave del control meticuloso y la optimización efectuada por estos centros respecto a los desembolsos en función del rendimiento general del negocio.
A pesar de que estas divisiones no participan directamente en la generación de ingresos ni toman decisiones sobre donde se invierte el dinero, poseen un control total sobre cómo se gasta e invierte dentro su dominio y tienen la responsabilidad significativa de minimizar costes para aumentar así la rentabilidad global de la compañía.
En el presente artículo, desentrañaremos las distintas perspectivas que componen este concepto tan relevante para cualquier entidad corporativa, comenzando por explorar su interesante ‘Clasificación’. Pues bien, procedamos a esta apasionada travesía por las entrañas económicas-organizativas del mundo empresarial.
Clasificación de centros de costos
Clasificar los centros de costos nos ayuda a entender mejor las diferentes formas en que las empresas atribuyen y calculan los costos asociados a sus operaciones. La clasificación se hace, generalmente, sobre la base de la función que desempeñan esos costos en el proceso de producción y distribución de bienes y servicios.
Una primera categorización básica divide los centros de costos en dos: directos e indirectos:
- Centros de Costos Directos. Son aquellos que están directamente ligados a la fabricación o realización del producto o servicio principal. Por ejemplo, en una fábrica de zapatos serían considerados costos directos los materiales como el cuero o tela utilizados para confeccionarlos, así como el salario del personal encargado del ensamblaje.
- Centros de Costos Indirectos. Están relacionados con aspecto administrativos o soporte necesarios para realizar el producto pero no están vinculados directamente al proceso productivo. Algunas ejemplos pueden ser mantenimiento del edificio, recursos humanos, servicios como agua y luz etc.
Un nivel más avanzado de clasificación podría desglosarse atendiendo a su variabilidad respecto al volumen de producción o actividad empresarial:
- Centros de Costo Variables. Este tipo incluye todos aquellos costos que cambian proporcionalmente con la cantidad producida o actividad realizada por la empresa. Un ejemplo clásico son las materias primas en una compañía manufacturera
- Centros de Costo Fijos. Son aquellos gastos constantes independienteme del nivel productivo, como alquileres de local o salarios mínimos regulares.
Finalmente haremos referencia a otra terminología frecuente:
- Centro De Costo Principal O Primario. Es donde se inicia el proceso productivo y tiene su propio costo.
- Centro De Costo Auxiliar O Secundario. Este tipo asiste al centro principal para facilitar su trabajo pero no participa directamente en el proceso productivo.
Es decir entender y clasificar correctamente nuestros centros de costo nos permitirá tener un control financiero más eficiente así como optimizar nuestra gestión.