La inflación es un fenómeno económico que implica el aumento sostenido y generalizado de los precios de bienes y servicios de una economía durante un período determinado. Sus causas suelen ser la creación excesiva de dinero por parte del banco central, la disminución en la oferta de productos, o el incremento en la demanda de estos.
La inflación, un término ampliamente usado y a veces mal entendido, se refiere a un fenómeno económico que comporta el incremento constante y generalizado del costo de vida. Este aumento gradual de los precios de los productos y servicios que consumimos día a día es un tema común en nuestras conversaciones, especialmente cuando notamos que nuestro dinero parece no alcanzar como antes. Aunque suena simple, las causas detrás de este escenario son complejas y varían desde el papel jugado por nuestros bancos centrales hasta cambios en la disponibilidad o demanda de estos bienes y servicios. El viejo adagio dice «demasiado dinero persiguiendo a muy pocos bienes», pero ¿Es siempre así? ¿Qué otros factores pueden desencadenar este aumento progresivo en los precios? En «Causas de la inflación», exploraremos juntos las raíces detrás este fenómeno, desentrañando sus misterios para entender mejor qué nos conduce al panorama macroeconómico del crecimiento perpetuo en precios.
Causas de la inflación
La inflación es un fenómeno económico que produce el alza generalizada y sostenida de los precios de bienes y servicios en una economía durante un periodo de tiempo. Comprender las causas subyacentes que detonan la inflación puede ofrecer a los responsables políticos, empresas y particulares valiosas estrategias para anticipar su ocurrencia y mitigar sus efectos. En términos generales, la inflación puede ser resultado de varios factores contiguamente o por separado.
Primero, podemos mencionar la teoría cuantitativa del dinero, enfocada en la relación entre la oferta monetaria y los niveles generales de precios. Según esta perspectiva, si hay más dinero circulando en el sistema económico sin un correlato proporcional en producción de bienes y servicios, se generará presión sobre los precios al alza: demasiado dinero persigue pocos bienes. Este tipo de inflación es conocido como «inflación por demanda» o «demand-pull inflation».
En segundo lugar, la teoría Keynesiana postula otra causa importante de inflación llamada «inflación por costos» o «cost-push inflation». Esta sucede cuando los costos productivos aumentan (por ejemplo, salarios más altos para trabajadores o incremento en precio del petróleo u otros insumos), llevando a las empresas a subir sus precios para mantener sus márgenes de beneficio.
En tercer lugar entra en juego una causa psicológica: La expectativa inflacionaria. Los agentes económicos (empresas, consumidores) prevén que habrá aumento de precios a futuro debido a diversas razones y deciden actuar ahora lo cual alimenta aún más el proceso inflacionario.
Un cuarto factor adicional radica en desequilibrios estructurales en la economía: déficit fiscal excesivo financiado con emisión monetaria – práctica comúnmente denominada “financiamiento del déficit con base monetaria”. Esta situación se deriva cuando el gobierno gasta más que lo que recibe vía impuestos u otras fuentes legítimas de ingreso.
Finalmente pero no menos relevante es considerar factores externos como la depreciación cambiaria -la pérdida de valor relativa- afectará directamente al precio interno los productos importados (directa e indirectamente) generando una presión adicional sobre el nivel generalizado de precios.
Cabe señalar que estos mecanismos pueden interactuar entre sí amplificando o mitigando las presiones inflacionarias dependiendo del contexto macroeconómico particular,así mismo son susceptibles intervención mediante políticas públicas adecuadas. En última instancia, desentrañar las causas detrás del incremento continuado del nivel generalizado de precios ayuda a configurar medidas destinadas tanto anticiparse como reaccionar ante períodos persistentemente altos índices inflacionarios.