La «Carta de crédito stand by» es un acuerdo bancario por el cual una entidad financiera garantiza el cumplimiento de una obligación contractual del cliente en caso de que este último no lo haga. Actúa como plan de respaldo, utilizado principalmente en operaciones internacionales, ofreciendo seguridad tanto al comprador como al vendedor.
Adentrarse en el mundo de las transacciones internacionales puede suponer enfrentarse a una variedad de riesgos y desafíos insospechados. El panorama económico global requiere un enfoque cauteloso y previsor, especialmente cuando se trata de garantizar el cumplimiento de los compromisos contractuales. Es aquí donde entra en juego la ‘Carta de crédito stand by’, una especie de seguro que actúa como guardián financiero capaz de mitigar dichos riesgos. Este instrumento financiero, proporcionado por una institución bancaria, funciona como una red de seguridad que sale a la luz si el cliente incumple sus obligaciones contractuales. Como su nombre lo indica, esta carta está «en espera», dispuesta a entrar en acción para asegurar que las partes involucradas no sean perjudicadas financieramente por incumplimientos inesperados.
A lo largo del presente artículo exploraremos más profundamente las características únicas que distinguen a la carta de crédito stand by. Analizaremos cómo esta se diferencia y cuáles son sus ventajas respecto a la carta común junto con consideraciones generales para su correcta aplicación y maximización del beneficio al utilizarla.
Características de carta de crédito stand by
La carta de crédito stand by es un instrumento financiero que asegura a una de las partes en un contrato comercial que será pagada bajo ciertas condiciones. En la práctica, se asemeja a un seguro. Su uso es especialmente frecuente en operaciones comerciales internacionales donde las partes no se conocen bien o hay algún grado de incertidumbre en relación al cumplimiento del contrato.
Primero, el banco emisor garantiza el pago al beneficiario en caso de incumplimiento por parte del solicitante. De esta forma, ofrece una mayor seguridad en la transacción. La obligación principal del banco aquí es asumir el riesgo de crédito del solicitante.
Segundo, los términos y condiciones están claramente estipulados antes del acuerdo. Es decir, que tanto el cliente como el banco están completamente al tanto de lo que sucederá si cualquiera de los términos y condiciones no se cumple.
Tercero, sólo puede activarse la carta de crédito stand by mediante la presentación de una declaración escrita por parte del beneficiario (generalmente junto con cualquier documentación requerida), afirmando que el solicitante ha incumplido sus obligaciones contractuales.
Algunas características notables incluyen:
- Versatilidad. Una característica sobresaliente sobre las cartas de crédito stand by es su versatilidad. Se utilizan para garantizar todo tipo de obligaciones contractuales, incluidos pagos monetarios y rendimiento específico.
- Irrevocabilidad. Son irrevocables a menos que todas las partes acuerden lo contrario, lo que significa un nivel fuerte y elevado de compromiso.
- Facilitador Internacional. En las transacciones internacionales, ayuda a facilitar los tratos entre vendedores extranjeros y compradores locales.
- Independencia. Una garantía under Standby Letter Of Credit (SBLC) tiene plena validez independientemente del contrato subyacente o principal debido a su naturaleza separada.
5 Trabajo bajo reglas uniformes: Los SBLCs funcionan bajo reglas estándar establecidas internacionalmente por la ICC (International Chamber of Commerce) conocidos como ISP98 (International Standby Practices).
Como resumen, este instrumento actúa como un salvavidas financiero para aquellas empresas preocupadas por la confiabilidad crediticia o financiera de sus socios comerciales,aunque debe tenerse cuidado para evitar dependencias excesivas ya que puede convertirse también en un arma afilada si los términos son incomprendidos o mal aplicados.
Diferencias entre la carta de crédito común y la stand by
Aunque ambas son herramientas esenciales en el comercio internacional, existen diferencias significativas entre la carta de crédito común y la stand by. Desde su utilización en los negocios hasta su función principal, estas variantes responden a distintas necesidades y situaciones mercantiles.
En primer lugar, la carta de crédito común funciona como un compromiso directo y primordial del banco para pagar al beneficiario, siempre y cuando se cumpla con los términos definidos por el cliente que solicita el valor crediticio. Por otro lado, la carta de crédito stand by actúa como una garantía de cumplimiento,únicamente se utiliza si incurre un incumplimiento por parte del cliente.
Asimismo, hay diferencias marcadas en cómo cada uno de estos instrumentos financieros se utiliza.
- La carta de crédito común. Esta carta se utiliza principalmente para facilitar las transacciones comerciales internacionales. Proporciona seguridad tanto al comprador (solicitante) como al vendedor (beneficiario). Para el vendedor, asume que recibirá su dinero una vez entregue los documentos que prueban que ha enviado las mercancías o servicios acordados. Para el comprador, adelanta una mayor confianza hacia los vendedores foráneos ya que no necesita entregar dinero por adelantado sin ninguna garantía de entrega.
- La Carta stanby. A diferencia de la anterior, esta carta está diseñada para cubrir cualquier tipo de compromiso financiero u operativo. En este caso no es necesario enviar bienes físicos o transferir servicios específicos,simplemente crear una situación segura donde un tercero (el banco) asegure que cumplirá con las obligaciones si esto es necesario.
Es crucial distinguir otra característica divergente: Los documentos solicitados para activar cada tipo de carta son disímiles. Mientras que con la carta común usualmente se requiere presentar documentos relacionados con la exportación e importación correspondiente a lo negociado (como la factura comercial o el conocimiento del embarque), en el stand by se puede requerir cualquier documento acorde a lo pactado entre las partes involucradas.
Finalmente, hay un elemento decisivo más: su naturaleza jurídica difiere ya que los principios legales utilizados en cada uno están basados en diferentes sistemas regulatorios internacionales (Convención sobre contratos para ventas internacionales y Código Uniforme sobre Créditos Documentarios respectivamente).
Una elección judiciosa entre estos tipos depende fundamentalmente del contexto comercial., elegir entre utilizar una u otra depende completamente del acuerdo inicial entre las partes involucradas y sus objetivos dentro del negocio.
La comprensión adecuada de estas diferencias te permitirá seleccionar sabiamente cuál tipo de instrumento financiero aplicará mejor a tus necesidades comerciales, asegurándote así una transacción exitosa.
Consideraciones generales de la carta de crédito stand by
En el mundo financiero, la carta de crédito stand by es un instrumento valioso para las transacciones comerciales. En cualquier caso, para aprovechar al máximo sus beneficios y minimizar riesgos potenciales, es crucial tener en cuenta ciertas consideraciones generales.
Primero, hay que entender exactamente qué es una carta de crédito stand by. Esencialmente, funciona como un seguro para el beneficiario. En caso de que la parte obligada no cumpla con sus compromisos contractuales, este documento garantiza el pago por parte del banco emisor. Dicho esto, no está destinado a ser el método principal de pago sino más bien una medida de seguridad o «plan B».
Según este principio, una de las principales recomendaciones al usar una carta de crédito stand by es siempre tratarla como última opción. Ambas partes deben hacer todo lo posible para cumplir con los términos del contrato original y solo recurrir a la carta en situaciones extremas o imprevistos serios.
Hay que tener claro que la carta de crédito stand by se activará solamente cuando se acredite documentalmente su incumplimiento contractual. No basta con una mera declaración unilateral del beneficiario sino debe proporcionar evidencia documentada del incumplimiento.
Otra consideración importante concierne a la redacción del documento. La claridad es crucial cuando se trata de estas cartas,cualquier ambigüedad puede dar lugar a malentendidos costosos en tiempo y dinero y hasta litigios legales prolongados.
Un punto fundamental a tomar en cuenta son los costos asociados al uso de esta herramienta financiera. Al igual que otros servicios bancarios, la emisión y utilización de las cartas de crédito stand by implican comisiones e intereses que deberán ser cubiertos por las partes involucradas en el contrato.
Además, se debe prestar atención meticulosa al plazo estipulado en la letra pequeña. La duración máxima habitual ronda los 12 meses aunque puede variar dependiendo del banco emisor y las circunstancias específicas del contrato.
Finalmente pero no menos importante son otras consideraciones legales relevantes según la jurisdicción aplicable: leyes locales e internacionales pueden influir sobre cómo funcionará cada aspecto del acuerdo desde impuestos hasta tiempos límites y condiciones para contenciones legales.
De esta manera, sabiendo navegar estas aguas turbias financieras con antelación podremos convertir nuestro viaje empresarial en uno mucho más sencillo y exitoso gracias al exitoso uso d saber manejar correctamente las cartas de crédito stand by.