En economía, se considera que un bien complementario es aquel que se utiliza conjuntamente con otro bien en la satisfacción de una necesidad o deseo. Es decir, si la demanda de un bien aumenta, la demanda del bien complementario también lo hace, ya que ambos están estrechamente relacionados en su uso. Un ejemplo común de bien complementario son las patatas y el aceite. Puesto que para hacer una buena tortilla es necesario contar con ambos elementos en cantidades suficientes.
En el mundo de la economía, se utiliza el término «bien complementario» para referirse a aquellos productos que se utilizan juntos para cumplir con una necesidad o deseo. Por ejemplo, si queremos hacer una tortilla de patatas, necesitamos tanto patatas como aceite. Es decir, ambos bienes van juntos y no podemos prescindir de uno sin el otro. Por tanto, al aumentar la demanda de uno de ellos, también aumentará la demanda del otro.
En esta publicación vamos a hablar sobre los bienes complementarios y su importancia en nuestra vida diaria. Exploraremos algunos aspectos clave que caracterizan a estos productos y veremos cómo pueden ser clasificados según su nivel de complementariedad.
Empecemos con un caso práctico: imagina que estás planeando un viaje por carretera con tu familia. La primera cosa en la que probablemente pienses es en comprar gasolina para tu coche,pero ¿qué pasa si no tienes ningún equipaje seguro? Si quieres proteger tus maletas en tu vehículo, necesitarás una funda protectora para ellas. La funda es un bien complementario al combustible ya que ambos son necesarios entre sí –no puedes tener un viaje sin gasolina ni proteger tus pertenencias sin una buena funda protectora-.
¿Qué características tienen los bienes complementarios? En primer lugar, deben ser utilizados juntos -si uno se separa del otro no tiene valor en su función principal-. Además deben ser compatibles: no puede haber conflictos entre los dos cuando se usan simultáneamente-De hecho cualquiera puede pensar que las funciones deberían potenciarse- Las preferencias personales también juegan un papel importante,diferentes personas pueden preferir diferentes bienes complementarios para cumplir con el mismo fin.
Por último, los bienes complementarios también pueden ser clasificados según su nivel de complementariedad. Lo que implica que algunos productos están estrechamente relacionados entre sí (como los coches y la gasolina), mientras que otros no son tan importantes (como un juguete con el embalaje). En resumidas cuentas, estudiar los bienes complementarios es importante porque nos ayuda a entender cómo las personas valoran diferentes productos y cómo todos estos elementos están interconectados en nuestra vida diaria.
Un caso práctico de bien complementario
Un caso práctico de bien complementario se puede dar en el sector de la telefonía móvil. Sabemos que los smartphones son considerados bienes complementarios a los servicios de telecomunicaciones, ya que uno depende del otro. En otras palabras, tener un smartphone sin servicio de telecomunicaciones no tiene mucho sentido y viceversa.
Supongamos que tienes un smartphone y un plan móvil con una compañía telefónica específica. Si deseas cambiar a otra compañía con una oferta más atractiva en términos de precios y servicios, tendrás que considerar si cambiar tu smartphone también es factible o conveniente para ti.
Es decir, si decides cambiarte a una compañía telefónica diferente, pero esta usa una red diferente y tu celular es incompatible con esa red, tendrás que comprar un nuevo teléfono inteligente compatible para poder utilizar eficazmente los servicios ofrecidos por la nueva empresa de telecomunicaciones.
En consecuencia, en este caso, podemos ver cómo el smartphone y el servicio de telecomunicaciones son bienes complementarios. Cada uno depende del otro para su funcionamiento y efectividad adecuados.
En resumidas cuentas, tal como ocurre con otros productos complementarios como las computadoras personales y sus accesorios o las tablets junto a sus fundas protectoras especificas, un buen conocimiento sobre los bienes complementarios es fundamental en muchas industrias para poder ofrecer soluciones integrales al cliente final.
¿Qué caracteriza a los bienes complementarios?
Los bienes complementarios son aquellos que se consumen o utilizan juntos de manera frecuente. Es decir, cuando adquirimos un bien complementario, también necesitamos adquirir otro para utilizarlo de manera efectiva.
A continuación, se presentan las principales características de los bienes complementarios:
- Dependencia. Los bienes complementarios están interrelacionados entre sí. Consecuentemente, no tienen valor por separado. Por ejemplo, los coches y la gasolina son bienes complementarios ya que si uno no está disponible el otro pierde su valor.
- Demanda conjunta. La demanda de un bien complementario está estrechamente relacionada con la demanda del otro. Por ejemplo, la demanda de teléfonos móviles aumenta la demanda de tarjetas SIM y viceversa.
- Poca elasticidad en los precios. En el caso de los bienes complementarios, una pequeña variación en el precio puede tener un fuerte impacto en la cantidad demandada del otro bien.
- Mercado oligopólico. Los mercados donde se venden productos complementarios suelen ser controlados por pocas empresas debido a las barreras a la entrada elevadas.
- Procesamiento conjunto. En algunos casos, ambos productos pueden ser procesados juntos por una misma empresa lo que favorece su producción eficiente y única.
Los ejemplos más comunes relacionados con los bienes complementarios son: las hamburguesas y las papas fritas, libros y lápices para escribir,consolas de videojuegos y sus juegos exclusivos,etc.
Dicho con otras palabras, los bienes complementarios son aquellos productos o servicios cuya utilidad es mejorada cuando se consumen juntos o son necesarios el uno para el otro. Este fenómeno está basado en la dependencia y demanda conjunta de dos o más bienes. El precio y la producción de estos productos a menudo representan un mercado oligopólico debido a su interdependencia.
Niveles de complementariedad de los bienes
Los bienes pueden ser clasificados según el grado en que se complementan entre sí. Los niveles de complementariedad de los bienes son tres: complementarios, independientes y sustitutos.
- Bienes complementarios. Son aquellos que se usan juntos y aumentan su valor si están combinados. Por ejemplo, el café y la leche son dos bienes complementarios frecuentemente comprados juntos para preparar una bebida más compleja. Si sube el precio del café, también lo hará el de la leche ya que estos dos bienes son interdependientes.
- Bienes independientes. Son aquellos que no están relacionados entre sí. Por lo tanto, un cambio en uno no afecta al otro. Un ejemplo de estos podrían ser las manzanas y los zapatos, ya que no hay ninguna conexión directa entre ellos.
- Bienes sustitutos. Son aquellos que satisfacen una misma necesidad o función similar y por tanto pueden reemplazarse el uno con el otro. Un ejemplo claro es el caso de las marcas diferentes dentro de un mismo sector (por ejemlo marcas diferentes de refresco).
Si queremos entender más profundamente cómo funcionan los niveles de complementariedad entre los bienes podemos observar como cambia la demanda cuando aumenta o disminuye su precio:
- Si baja el precio del primer bien COMPLEMENTARIO, esto tendrá como consecuencia un aumento en la demanda del segundo bien COMPLEMENTARIO.
- Si sube el precio del PRIMER BIEN SUSTITUTO esto tendrá como consecuencia un aumento en la demanda del SEGUNDO BIEN SUSTITUTO.
- En último lugar, si baja el precio del PRIMER BIEN INDEPENDIENTE esto no tendría una influencia directa sobre la demanda del SEGUNDO BIEN INDEPENDIENTE, si entendemos que no están relacionados.
En conclusión, los niveles de complementariedad entre bienes son importantes para entender el comportamiento del mercado y de los consumidores. Comprender cómo funcionan las relaciones entre estos bienes nos permitirá tomar decisiones más sabias como consumidores y también para ser más eficaces en nuestras estrategias de venta.