Base de efectivo

La base de efectivo es una forma de llevar las cuentas financieras en la que solo se registran las transacciones que implican entradas o salidas de efectivo. Es decir, solo se contabilizan los movimientos de dinero real, ya sea en efectivo o por medio de tarjetas bancarias. Este método es contrario a la base acumulada, donde se registran todas las transacciones aunque el pago todavía no se haya realizado. La base de efectivo es especialmente útil para pequeñas y medianas empresas que necesitan controlar sus flujos monetarios día a día.

¿Qué es la base de efectivo y por qué es importante para las empresas? En términos sencillos, la base de efectivo es un método contable que solo registra las transacciones en las que se ha recibido o pagado dinero. Por ejemplo, si una empresa vende un producto a crédito pero aún no ha recibido el pago, este no aparecerá en sus registros contables hasta que se realice el cobro. Este método es especialmente útil para pequeñas y medianas empresas que necesitan controlar su flujo de dinero día a día y no tienen grandes reservas financieras.

¿Es viable operar únicamente con efectivo? En este apartado analizaremos esta pregunta y exploraremos los pros y los contras de tener una política de pagos en efectivo.

Importancia del método de base de efectivo

La importancia del método de base de efectivo radica en su capacidad para brindar a las empresas una visión clara y precisa del estado real de sus finanzas. Este método contabiliza los ingresos y gastos en el momento en que se reciben o se pagan en efectivo, lo que permite a las organizaciones tener un mejor control sobre sus recursos monetarios.

En las próximas líneas, presentamos algunas razones por las que el método de base de efectivo es fundamental para la gestión financiera empresarial:

  • Manejo eficiente del flujo de efectivo. Al usar este método, las empresas pueden rastrear con precisión los ingresos y gastos que entran y salen de su negocio. Esto les permite entender cuánto dinero tienen disponible en cada momento, evitando así posibles problemas financieros por falta de liquidez.
  • Sencillez. El método de base de efectivo es fácil de implementar y entender para cualquier persona que tenga conocimientos básicos sobre finanzas empresariales. Por otra parte, al utilizarlo no es necesario tener conocimientos avanzados sobre contabilidad.
  • Control preciso. Con este método, las empresas tienen control total sobre su flujo monetario actual y futuro, permitiéndoles tomar decisiones financieras acertadas a corto, mediano y largo plazo.
  • Cumplimiento normativo. En muchos países existen regulaciones específicas que exigen a determinadas empresas llevar la contabilidad bajo el método de base de efectivo.
  • Análisis comparativo. Al contabilizar los ingresos y gastos según su fecha real, se hace posible hacer comparaciones entre periodos específicos para analizar tendencias financieras e identificar ámbitos donde la empresa puede mejorar.

Dicho con otras palabras, el uso del método de base de efectivo es fundamental para una gestión financiera empresarial adecuada y precisa. Esta técnica ayuda a los negocios a tomar decisiones bien informadas, aumentar su flujo monetario y mantenerse al día con las obligaciones legales que rigen sus actividades financieras.

¿Es viable operar únicamente con efectivo?

La opción de operar únicamente con efectivo es una posibilidad que se presenta en muchas situaciones. No obstante, no es aconsejable hacerlo de forma continua y sistemática.

En primer lugar, limitar el uso de otros instrumentos financieros implica perder oportunidades de rentabilizar nuestros ahorros o invertir de forma más efectiva nuestros recursos. Desaprovechar la oferta crediticia disponible en el mercado o no utilizar tarjetas que brindan beneficios como acumulación de puntos o descuentos nos aleja del aprovechamiento real del dinero.

Asimismo, el manejo constante e intensivo del efectivo conlleva riesgos para la seguridad personal al ser un objeto fácilmente susceptible a hurtos y robos. El resguardo constante puede ser incómodo y distractor, sin mencionar que se deben tomar medidas extra para garantizar su custodia adecuada.

Por otra parte, operar solo con efectivo en determinadas ocasiones puede generar inconvenientes adicionales difíciles de resolver cuando surgan complicaciones. Retomando el ejemplo anteriormente mencionado sobre las tarjetas bancarias: ¿Qué pasaría si estás viajando lejos y te quedas sin efectivo?, ¿Cómo solucionamos una situación financiera adversa inesperada?, etc.

En conclusión, aunque no es imposible operar solo con efectivo en algunos espacios y ciircunstancias temporales específicas, las consecuencias que esto podría generar tanto financieramente como desde un punto de vista logístico pueden llegar a ser un poco complejas. Por tanto, lo mejor es considerar otras alternativas y herramientas financieras accesibles para cada caso particular.

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