Un banco zombi es una institución financiera que se encuentra en una situación de grave deterioro económico-financiero y que, sin embargo, sigue operando gracias a los apoyos de los gobiernos y las inyecciones de capital fresco. A menudo, estos bancos zombis no son sostenibles por sí mismos y solo sobreviven gracias a la intervención externa. Estas instituciones pueden mantener su funcionamiento durante un tiempo prolongado. Lo anterior, puede generar problemas en el sistema financiero ya que tienden a colocar más préstamos riesgosos y fallidos.
En el mundo de la economía, existe un concepto conocido como «banco zombi». Es una situación que ocurre cuando una institución financiera se encuentra en un estado crítico de deterioro económico-financiero, y a pesar de ello, continúa operando gracias a la ayuda financiera gubernamental y a las inyecciones de dinero fresco. Estos bancos no podrían mantenerse por sí mismos y generalmente sobreviven debido a intervenciones externas. El Bank of Japan fue la primera entidad en utilizar el término en 2001 para describir estas situaciones financieras insostenibles.
Mientras que los bancos reorganizan sus préstamos fallidos o cierran sus puertas cuando sufren pérdidas significativas, los «bancos zombi» mantienen su funcionamiento durante un tiempo prolongado, acumulando préstamos cada vez más riesgosos para su estabilidad financiera. Este comportamiento puede generar problemas graves en el sistema bancario, entre otros hechos peligrosamente disminuye la calidad crediticia del banco central afectando el comercio interno.
Por tanto, ¿por qué existe el banco zombi? ¿Cuál es su origen? Y sobre todo: ¿cuáles son las características principales del banco zombi? Abordaremos estas cuestiones próximamente.
¿Por qué existe el banco zombi?
El término «banco zombi» se utiliza para hacer referencia a aquellas entidades financieras que, debido a su situación financiera precaria, no son capaces de cumplir con sus obligaciones financieras y solo subsisten gracias al apoyo constante de los gobiernos o de otros bancos. Pero, ¿por qué existen los bancos zombis?
Hay varias respuestas a esta pregunta, pero una de las principales razones es la falta de regulación adecuada en el sector financiero. Cuando las autoridades no establecen medidas adecuadas para evitar riesgos desproporcionados en el sistema bancario, se dan situaciones como la crisis de 2008 donde muchos bancos corrieron demasiados riesgos y sufrieron fuertes pérdidas que pusieron en peligro su existencia.
Por otro lado, algunos bancos pueden verse tentados a realizar actividades arriesgadas con el objetivo de obtener mayores beneficios a corto plazo. Si estas operaciones arriesgadas fracasan y provocan pérdidas significativas, el banco puede quedar en una situación económica delicada e incapaz de cumplir con sus obligaciones financieras.
En ocasiones también existen factores políticos detrás del nacimiento o continuación de los bancos zombis. Algunos gobiernos pueden sentirse presionados por las consecuencias socioeconómicas negativas que tendría permitir que un banco importante quiebre. En estos casos, deciden inyectar grandes cantidades de dinero público en dicha entidad incluso cuando es poco probable que sea capaz de recuperarse.
Por desgracia, una vez que un banco se ha convertido en zombi suele ser complicado recuperarlo sin causar daños colaterales en la economía. Esto se debe a que estos bancos suelen requerir ayuda permanente, ya que sus problemas financieros y económicos son demasiado graves para ser arreglados con medidas simples como pueden ser la reducción de costes o el aumento de ingresos.
En conclusión, los bancos zombis existen debido a diversos motivos, entre los que destacan la falta de regulación adecuada, las actividades arriesgadas llevadas a cabo por algunos bancos y razones políticas. Como resultado, estas entidades sobreviven gracias al apoyo constante del gobierno o de otros bancos.
El origen del término «banco zombi»
El término «banco zombi» se ha vuelto cada vez más común en los últimos años, sobre todo tras la crisis financiera del 2008. Este concepto hace referencia a entidades bancarias que sobreviven gracias a las ayudas financieras y de liquidez proporcionadas por el Estado.
El origen del término nace en Japón durante la década de los 90. En aquel entonces, el país nipón vivió una fuerte recesión económica que provocó el cierre de muchas empresas y la adquisición por parte del gobierno de diversos bancos locales con problemas financieros. Para aliviar esta situación y evitar que algunos bancos desaparecieran, se les brindó ayuda económica por parte del Estado.
Esta ayuda económica devino en una situación inédita: bancos que no generaban beneficios pero que tampoco cerraban sus puertas. Los medios comenzaron a llamarles «bancos zombis», pues seguían con vida sin un propósito real.
Este fenómeno no es exclusivo de Japón. Esto, debido a que en otros países como España también surgieron bancos zombis tras la crisis financiera de 2008. Estos eran entidades financieras que se mantenían a flote gracias a las ayudas del Gobierno español y otras instituciones europeas, pero que seguían registrando pérdidas año tras año.
Dicho con otras palabras, el término «banco zombi» hace referencia a aquellas entidades financieras que se mantienen funcionando gracias a la ayuda gubernamental o estatal, pero que no generan beneficios ni actividad económica real. Aunque originado en Japón durante su crisis financiera en los 90s ha cobrado mucha importancia mundialmente tras la crisis del 2008.
Características principales del banco zombi
Un banco zombi es una entidad financiera que, aunque técnicamente sigue existiendo, se encuentra en una situación de insolvencia o cercana a ella. Estas son algunas de las principales características que definen a este tipo de bancos:
- Dependencia de la liquidez externa. Los bancos zombi suelen tener serias dificultades para generar liquidez por sí mismos y, por tanto, dependen en gran medida del apoyo externo, ya sea del gobierno o de otras entidades financieras.
- Ausencia de capacidad para generar beneficios. Debido a su situación financiera delicada, los bancos zombi no tienen capacidad para generar beneficios y, en muchos casos, incluso generan pérdidas significativas.
- Elevados niveles de morosidad. La falta de solvencia y la dependencia de la liquidez externa hacen que los bancos zombi tengan elevados niveles de morosidad en sus carteras crediticias. Esto se debe a que no pueden conceder préstamos con normalidad y deben refinanciar constantemente los impagos.
- Dificultades para acceder al mercado mayorista. El mercado mayorista es aquel en el que las entidades financieras pueden obtener financiación a través de la emisión de bonos o participaciones preferentes. Los bancos zombi encuentran grandes obstáculos para acceder a este mercado debido a su falta credibilidad y solvencia.
- Escasa inversión en tecnología y desarrollo. Los recursos económicos disponible por estas instituciones son mínimos lo que genera poca inversión al área tecnológica lo cual las deja desatualizadas ante las necesidades actuales del sector financiero
Es decir, los bancos zombi son instituciones financieras que tienen especiales dificultades para generar beneficios y liquidez de forma autónoma, por lo que requieren apoyo externo para sobrevivir. Estas entidades sufren problemas de morosidad e insolencia que dificultan su acceso al mercado mayorista. Por su parte, también se suele apoyar en economías antiguas sin abrazar a nuevas tendencias del mundo actual tecnológico.