Anarquismo

El anarquismo es una filosofía política que aboga por la eliminación de todas las formas de autoridad y establece como meta una sociedad sin Estado, sin jerarquías, sin clases sociales y sin propiedad privada. Por el contrario, se opone a cualquier forma de dominio ejercida por los gobernantes sobre sus súbditos y sostiene que el poder es una fuente de injusticia.

El anarquismo es una corriente política antigua cuya existencia se remonta desde el Siglo XIX, pero ha resurgido con fuerza en los últimos años. El anarquismo es un pensamiento que exige que no existan jerarquías, clases sociales ni la dominación de los gobiernos y propone una forma de vida basada en la igualdad, la libertad y el respeto hacia los demás.

En esta publicación explicaremos el origen del anarquismo, sus principales características y casos de crítica al mismo. Esperamos que al finalizar hayas comprendido mejor este concepto para así formarte tu opinión sobre él. ¡Empezamos!

Anarquismo
Anarquismo

Origen del anarquismo

El origen del anarquismo se remonta a principios del siglo XIX, cuando algunos pensadores comenzaron a cuestionar los sistemas autoritarios imperantes y desarrollaron ideas sobre la libertad individual. Estas ideas iniciales dieron lugar a un movimiento internacional conocido como «anarquismo».

Uno de los principales precursores del anarquismo fue el filósofo inglés William Godwin (1756-1836). En su obra «Enquiry Concerning Political Justice» (1793), Godwin defendió una visión liberal y racionalista del mundo. Propuso un sistema en el que la ley no tenía ningún poder para restringir la libertad individual, sino que solo estaba destinada a proteger los derechos de todos. Dicho sistema sería respaldado por acuerdos entre individuos basados en la razón.

Otro precursor importante fue el francés Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865). En su obra «Qu’est-ce que la propriété?» (¿Qué es la propiedad?, 1840), Proudhon se opuso al capitalismo y defendió el concepto de «propiedad colectiva», en el que todo lo poseído por un individuo pertenecería también al conjunto social. Defendió además el derecho a organizarse colectivamente para lograr sus objetivos sin tener que someterse a ninguna forma de gobierno u otra autoridad externa.

De igual forma, influyeron otros pensadores como Max Stirner (1806 – 1856) quien argumentó que cada individuo era dueño únicamente de su propia existencia, o Mikhail Bakunin (1814 – 1876) quien afirmaba que cualquier estructura jerárquica era incompatible con los principios libertarios. Estas visiones dieron lugar al moderno movimiento anarquista en pleno desarrollo durante finales del siglo XIX.

A partir de entonces, diversos grupos anarquistas surgieron por todo el mundo promoviendo sus ideales anti-autoritarios con acciones directas como manifestaciones, huelgas generales e incluso revoltos armados,e impulsando así múltiples reformas sociales y políticas en sus respectivos países. Aunque las ideas originales hayan evolucionado muchísimo desde entonces, los principios básicos continúan siendo válidos hasta nuestros días: autonomía individual, resistencia a toda forma de dominio y solidaridad entre seres humanos para lograr mejoras sociales mediante acuerdos mutuamente beneficiosos.

Características del anarquismo

Las principales características del anarquismo son:

  • Abolición del Estado. El anarquismo busca abolir el Estado para sustituirlo por un sistema basado en asociaciones voluntarias y comunidades autosuficientes.
  • Rechazo a cualquier forma de autoridad. Los anarquistas creen que ninguna persona o grupo deben tener el poder de imponer su voluntad sobre los demás. Rechazan todas las formas de gobierno, jerarquías y desigualdades sociales.
  • Igualdad. Los anarquistas consideran que todas las personas son iguales independientemente de su sexo, raza, clase o religión, por lo tanto rechazan todas las formas de discriminación e injusticia social.
  • Libertad individual. Los anarquistas defienden la libertad individual frente a los controles estatales y al control social basado en normativas colectivas impuestas desde arriba.
  • Autogestión. Los anarquistas promueven un modelo de organización donde cada persona tiene voz y voto para decidir sobre su entorno inmediato sin necesidad de recurrir a líderes políticos o jefes externos.
  • Solidaridad mutua. La solidaridad mutua es un valor fundamental para los anarquistas ya que consideran que los lazos fraternales son fundamentales para mantenerse conectados como seres humanos sin necesidad de estructuras jerárquicas externas ni autoridades coercitivas externas impuestas desde arriba.

Críticas al anarquismo

Existen numerosos argumentos en contra del anarquismo que han sido expuestos por distintos pensadores a lo largo de la historia.

En primer lugar, se considera que el anarquismo no ofrece un marco adecuado para alcanzar los objetivos sociales planteados como son mejorar las condiciones económicas, educativas o sanitarias. La eliminación del Estado conllevaría un caos en el que no habría ningún tipo de organización ni reglas establecidas para dirigir al pueblo. En consecuencia, sería imposible lograr cualquier progreso o bienestar colectivo sin un sistema gubernamental fuerte y estable.

Adicionalmente, muchas críticas señalan el peligro que supondría la desaparición del Estado como ente regulador para evitar los posibles abusos de poder por parte de grupos minoritarios o individuos con intenciones maliciosas. Si no hay ningún tipo de control sobre las acciones realizadas por estas personas o grupos, es probable que acaben imponiendo su voluntad sobre la mayoría de manera injusta e incluso violenta causando daño a otros individuos o a la sociedad en su conjunto.

Otra crítica muy común es el hecho de que el anarquismo es incapaz de prever y solucionar problemáticas relacionadas con conflictos internacionales u otros asuntos exteriores. Muchas veces será necesario recurrir a medidas coercitivas para garantizar el cumplimiento del orden mundial establecido y defenderse frente amenazas externas. En este sentido, careceríamos por completo si nos atenemos únicamente al principio fundamental del anarquismo: la eliminación total del Estado y sus autoridades legales.

Por último, hay quienes afirman que el anarquismo es demasiado idealista ya que supone un cambio radical en los hábitos sociales sin contribuir con soluciones prácticas a corto plazo para mejorar nuestra calidad de vida actualmente. El proceso revolucionario propugnado por este movimiento podría resultar demasiado radical e incontrolable provocando graves consecuencias negativas si no se llevara adelante con suma precaución y planificación previa.

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