Ajuste contable

El ajuste contable es una acción que se realiza al final de un periodo contable con el fin de corregir los registros contables y asegurar la precisión en los estados financieros. Este proceso implica comparar y contrastar las cifras reales registradas con las previsiones realizadas, para hacer las correcciones necesarias. El objetivo del ajuste contable es garantizar que los informes financieros reflejen lo más fielmente posible la posición financiera real de la empresa en el periodo específico.

En el mundo de las finanzas y la contabilidad, uno de los procesos más importantes que se llevan a cabo al final de cada periodo contable es lo que se conoce como «ajuste contable». Este procedimiento tiene como objetivo principal asegurar que los estados financieros de una empresa reflejen lo más exactamente posible su posición financiera real durante el periodo específico en cuestión.

Para lograr este fin, los profesionales encargados del ajuste contable comparan y contrastan las cifras reales registradas con las previsiones realizadas, para poder corregir cualquier registro erróneo o inexacto. En pocas palabras, el ajuste contable es un proceso fundamental para garantizar la precisión y fiabilidad de la información financiera presentada por una compañía.

Existen diferentes tipos de ajustes contables, dependiendo de las necesidades específicas de cada empresa. En las próximas líneas hablaremos un poco más sobre ello en nuestro primer apartado titulado «Tipos de ajustes contables». Además, proporcionaremos ejemplos concretos para ilustrar cómo funciona este proceso en contextos empresariales diversos en nuestro segundo apartado llamado «Ejemplos de ajustes contables».

Tipos de ajustes contables

En contabilidad, los ajustes contables son cambios necesarios que hay que hacer en los libros de contabilidad para asegurarse de que la información financiera sea exacta y esté actualizada.
Estos ajustes se pueden clasificar en diferentes tipos según su naturaleza y propósito.

  • Ajustes de periodificación

Los ingresos y gastos no siempre se producen al mismo tiempo en que se registran. Lo que puede causar una distorsión de las cifras financieras reales. Estos ajustes abordan la diferencia entre el momento del registro y el momento real en el que se producen estas transacciones. Por ejemplo, los gastos prepagados o las rentas acumuladas son ejemplos comunes de ajustes de periodificación.

  • Ajustes de depreciación

El uso repetitivo y prolongado de activos fijos como edificios, equipos e instalaciones los hace perder su valor con el tiempo debido a desgastes o envejecimiento natural. Los ajustes de depreciación sirven para reflejar esta disminución del valor en las cuentas contables.

  • Ajustes por errores

Cualquier equivocación cometida mientras se llevan a cabo las transacciones financieras nos obliga a realizar correcciones necesarias en los libros contables.

  • Ajustes por provisiones

Las provisiones ayudan a preparar estados financieros más precisos si proyectamos pérdidas futuras debido a diversas contingencias: incertidumbres sobre posibles pleitos judiciales, riesgos laborales potenciales, pérdidas créditos comerciales dudosos y otros riesgos operativos similares.

  • Ajuste por inflación

Cuando uno o varios países manejan una inflación elevada, se deba ajustar el valor en libros de los activos y pasivos, al igual que las cifras financieras relacionada con esas transacciones para reflejar la pérdida real del poder adquisitivo.

Recuerda siempre que estos ajustes deben ser precisos y ofrecer detalles para evitar malentendidos. El manejo adecuado de ellos puede marcar una gran diferencia en la efectividad de un negocio.

Ejemplos de ajustes contables

Los ajustes contables son modificaciones que se realizan a los registros contables de una empresa para reflejar la realidad económica y financiera de la misma. Hay diferentes motivos para realizar estos ajustes, como cambios en la valoración de activos, cancelación de cuentas por cobrar o pagar, o corrección de errores contables.

A continuación, te presentamos algunos ejemplos de los diferentes tipos de ajustes contables que pueden surgir en una empresa:

  • Ajuste por amortización. En este caso se realiza un ajuste por el desgaste o depreciación de algún activo fijo (como maquinaria o equipos) a lo largo del tiempo. Se asienta una cantidad en la cuenta correspondiente para reflejar su valor real.
  • Ajuste por provisiones. Cuando una empresa tiene anticipado un gasto futuro (como el pago de impuestos), debe hacer una provisión para reflejar ese gasto y reducir su cuenta bancaria correspondiente.
  • Ajuste por clientes dudosos. Si existen clientes que no han pagado varias facturas o existe alguna duda acerca del cobro futuro del mismo, se hace un ajuste negativo.
  • Ajuste por inventarios. Se lleva a cabo generalmente al final del periodo fiscal y tiene como objetivo regularizar las diferencias entre los inventarios físicos y los inventarios que aparecen en las cuentas contables. Este tipo de correcciones son comunes cuando existen productos dañados o expirados.
  • Ajustes por correcciones contables. Todos aquellos errores que hayan sido detectados durante el periodo fiscal deben ser corregidos mediante ajustes contables. Estos pueden incluir errores como compras no registradas, ventas duplicadas, o cualquier otra inconsistencia entre los registros y la realidad contable.

A modo de resumen, los ajustes contables son necesarios para asegurarse de que la información financiera sea precisa, y refleje la realidad económica de las empresas. Contar con un equipo capaz de hacer estas correcciones es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento contable en una empresa.

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