Amakudari

El término «Amakudari» hace referencia a una práctica en la cultura empresarial japonesa en la que los altos funcionarios del gobierno se retiran de sus cargos y comienzan a trabajar en empresas privadas como asesores o directivos, aprovechando su experiencia y contactos para beneficiarse mutuamente. Esta práctica, aunque en principio puede proporcionar beneficios para ambas partes, ha sido criticada por dar lugar a un posible conflicto de intereses y falta de transparencia.

El término Amakudari hace referencia a una práctica común en la cultura empresarial japonesa, en la que altos funcionarios del gobierno se retiran de sus cargos y comienzan a trabajar en empresas privadas como asesores o directivos. Esta práctica busca aprovechar su experiencia y contactos para beneficiarse mutuamente. En cualquier caso, ha sido criticada por dar lugar a un posible conflicto de intereses y falta de transparencia.

En este artículo analizaremos la regulación del Amakudari, comparando su situación en Japón con las puertas giratorias en España, además de explorar por qué las empresas buscan contratar a políticos para sus puestos directivos.

La regulación del Amakudari

La regulación del Amakudari se refiere a las medidas que los gobiernos y entidades reguladoras pueden tomar para evitar prácticas injustas en el mercado laboral japonés. Esta práctica, que literalmente significa «descenso desde el cielo», se trata de un proceso de colocar funcionarios experimentados en puestos de trabajo en empresas privadas.

Aunque puede sonar inofensivo en un primer momento, el amakudari a menudo implica que los funcionarios públicos usan su posición para conseguir empleos bien remunerados y fáciles después de salir del servicio público, a menudo con la misma empresa o sector al que supervisan. En algunos casos, los funcionarios públicos también pueden otorgar contratos gubernamentales o favores especiales a las empresas con las que quieren trabajar después de retirarse.

Esto puede llevar a conflictos de intereses y generar sospecha sobre la integridad del gobierno y la ética empresarial. Además, limita el progreso y la movilidad social al hacer casi imposible para aquellos que no tienen conexiones políticas conseguir los mismos trabajos privilegiados.

Para abordar este problema, el gobierno japonés ha implementado varias reformas durante las últimas décadas. Algunas medidas incluyen:

  • La prohibición explícita del amakudari en ciertos sectores gubernamentales
  • El aumento del escrutinio público sobre decisiones relacionadas con contratos gubernamentales o permisos
  • La promoción de una mayor transparencia e igualdad en todo el sistema

Debido a estas reformas, se ha visto una disminución gradual pero constante del amakudari y su efecto perjudicial en la sociedad japonesa. Con todo, todavía hay trabajo por hacer para garantizar que todos tengan las mismas oportunidades en el mercado laboral y fomentar la honestidad y la integridad en el sector público.

Comparativa: Amakudari en Japón, puertas giratorias en España

La práctica del amakudari en Japón y las puertas giratorias en España son dos ejemplos de una misma cuestión: la relación conflictiva entre el sector público y el privado. Tanto el amakudari como las puertas giratorias están relacionados con la posible corrupción y el tráfico de influencias.

El término amakudari se refiere a la práctica común en Japón, donde altos funcionarios públicos se mueven al sector privado tras su jubilación o retiro. Este movimiento puede llevarse a cabo mediante contratos o nombramientos en empresas u organizaciones que mantuvieron relaciones comerciales, financieras o de asesoramiento con las antiguas responsabilidades gubernamentales del funcionario.

Por otro lado, en España es común hablar de las «puertas giratorias», que se refiere a la situación en la que políticos y altos cargos públicos cambian su puesto por uno similar o relacionado con su anterior trabajo en el sector privado. Esta práctica también genera preocupaciones sobre si estos cambios pueden desviar los intereses públicos hacia beneficios privados.

A pesar de tener diferentes términos, ambos fenómenos tienen características similares: una falta de transparencia en los procesos de selección, un potencial conflicto ético entre intereses públicos y privados, y una posible pérdida de independencia por parte del sector público.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que mientras que en Japón, el amakudari es una práctica formalmente permitida por ley,En España existe cierta regulación para evitarla, aunque parecen estar poco efectivas debido a casos reales denunciados por toda la sociedad.

En ambas prácticas, se nota una fuerte crítica de la sociedad. Se argumenta que estos movimientos limitan la diversidad y el talento en ambos sectores. La apariencia de corrupción socava la confianza en las instituciones gubernamentales y democráticas. Estos fenómenos están generando un cuestionamiento social y político sobre su legalidad, su impacto en la integridad del sector público y privado y sobre todo si es éticamente correcto.

A modo de resumen, tanto el amakudari como las puertas giratorias son ejemplos de cómo funciona la relación Gobierno- Empresas fuera de los patrones éticos que deberían reinar en una sociedad moderna. En ambos casos, además, se ven afectados valores tales como la transparencia e independencia de decisiones públicas y los sistemas democráticos.

¿Por qué las empresas buscan contratar a políticos?

Las empresas buscan contratar a políticos por diversas razones. En las próximas líneas, te explicaré algunas de las principales:

  • Influencia en las decisiones gubernamentales. Los políticos tienen un gran poder y capacidad para influir en la toma de decisiones del gobierno y los organismos reguladores. Por ello, si una empresa quiere que se apruebe una ley o regulación que le favorezca, puede contratar a algún político que tenga influencia en ese ámbito.
  • Acceso a recursos públicos. Los políticos también tienen acceso a recursos públicos como subsidios, licitaciones y contratos gubernamentales. Si una empresa quiere obtener alguno de estos beneficios, puede recurrir a un político para que le ayude a conseguirlos.
  • Conocimiento sobre la legislación. Los políticos suelen tener un gran conocimiento sobre la legislación y las normativas vigentes en distintas áreas. Por ello, si una empresa necesita asesoramiento o información jurídica específica, puede acudir a algún político experto en esa materia.
  • Contactos con otros empresarios. Algunos políticos tienen importantes contactos con otros empresarios y figuras influyentes del mundo de los negocios. Si una empresa quiere ampliar su red de contactos estratégicos, puede recurrir a algún político con estas habilidades.

Es importante destacar que existen límites legales que regulan estas prácticas y es necesario ser transparente en cuanto al objeto y alcance de estas contrataciones para evitar conflictos éticos o legales.

En conclusión, hay varias razones por las cuales las empresas pueden buscar contratar a un politico como aliado o consultor externo,sin embargo, esto siempre debe estar dentro de los marcos éticos y legales correspondientes para garantizar la transparencia e integridad en las relaciones entre el sector público y privado.

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